jueves, 17 de diciembre de 2015

Star Wars: El despertar de la fuerza (Star Wars: The Force Awakens)

Año: 2015.
Género: Acción - Aventura - Fantasía.
País: Estados Unidos.
Duración: 135 minutos.
Dirección: J.J. Abrams.
Intérpretes: Daisy Ridley, John Boyega, Adam Driver,  Oscar Isaac, Harrison Ford, Carrie Fisher, Mark Hamill, Lupita Nyong'o, Andy Serkis, Domhnall Gleeson, Anthony Daniels, Peter Mayhew, Max Von Sydow.

"30 años después de la derrota del Imperio Galáctico, una nueva amenaza surge. La Primera Orden intenta comandar a toda la galaxia, y sólo un grupo de inexpertos héroes pueden detenerlos, junto a la ayuda de la Resistencia."

 Star Wars: The Force Awakens fue desde el momento de su anuncio un plato muy esperado, no sólo por los fanáticos acérrimos de la saga, sino por todo cinéfilo que aprecie a la serie iniciada en 1977 por George Lucas como un verdadero hito del cine de ciencia ficción. Lo cierto es que J.J. Abrams no tenía el territorio muy complicado luego de las tibias precuelas, y si algo se sabe de él es que tiene el toque de Midas: todo lo que roza con las manos lo convierte en oro. Sin ir mas lejos, miren lo que logró con el reinicio de Star Trek en 2009. No debe ser coincidencia alguna que lo hayan convocado para el resurgir de la Fuerza, porque The Force Awakens es la película de ciencia ficción que cierra el año a pleno, con una secuela que dignifica a la saga y que promete volverla a su legítimo lugar en el podio del género, ese que durante treinta años prestó a otras compañeras.

 
 Más de lo que se puede ver en los trailers, uno no puede contar, para no perder la emoción de ver cómo sigue la historia luego de la caída del Imperio en Return of the Jedi. El equipo al comando de la historia con el propio Abrams, el regreso de Lawrence Kasdan luego de los Episodios V y VI, y Michael Arndt -Little Miss Sunshine, Toy Story 3, Hunger Games: Catching Fire- tuvo una gran tarea entre manos. Esa fue la de crear un puente entre lo viejo y lo nuevo, entre la historia asentada en la mitología y el futuro de la serie, y creo que salen airosos en su intento. Star Wars es icónica y su huella en el cine es muy visible todavía. Por ello, esos treinta años de historia se han convertido en mito dentro del marco narrativo de The Force Awakens, y los personajes de la trilogía original son leyendas, aún cuando anden desperdigadas por la galaxia. Si de algo tengo mis reservas es en la historia, que sigue mucho los lineamientos generales de A New Hope casi a rajatabla. Dentro de la lucha a gran escala del Bien contra el Mal, la aventura es casi la misma, pero con muchísimos toques de nostalgia absolutamente deliciosos, pero que distraen de una trama que podría ser mucho más profunda si quisiese. Tras un sinfín de metacomentarios, de revelaciones y giros del guión, la historia es sólida y cimienta una continuación que aparentemente no tiene miedo de sacrificar elementos en pos de dramatismo puro. Abrams nunca le tuvo miedo a saltar al vacío y acá lo demuestra con creces. Hay riesgos que tomar, y él los toma.

 A nuevas generaciones, nuevos protagonistas deben seguirle la pista, ya que Mark Hamill, Carrie Fisher y Harrison Ford están un poco mayores para andar corriendo de aquí hacia allá. El nuevo trío que anclará el peso narrativo durante esta trilogía son la carroñera Rey (Daisy Ridley), el soldado Imperial Finn (John Boyega) y el piloto de la resistencia Poe Dameron (Oscar Isaac). Este grupo que se ve arrastrado a la aventura casi sin quererlo, en la búsqueda de un personaje desaparecido que sería la clave para enfrentar a la naciente Primera Orden, la heredera orgánica del Imperio, comandada por el General Hux (Domnhall Gleeson) y el misterioso enmascarado Kylo Ren (Adam Driver). Dicho elenco puede parecer muy ecléctico, pero su relativo bajo perfil ayuda demasiado a encariñarse con los personajes desde el comienzo. Rey cierra un muy buen año para ser una protagonista femenina en el cine de acción, y le lucha codo a codo a los muchachos -buenos y malos- en su lugar propio de guerrera que sabe más de lo que deja ver. Hace un gran dúo con el Finn de Boyega, que tiene presencia y ayuda a alivianar tensiones con sus constantes chistes, y el diplomático piloto Poe Dameron los abraza a ambos aunque no tenga gran peso en la historia -por ahora-. Éste es el encuentro entre Rey y Finn, y su batalla sin cuartel contra el siniestro Kylo Ren, un convincente Driver que parece nacido para ser malo.

 Podría seguir hablando eternamente sobre el elenco, pero hay que guardarse un poco. Los cameos se hicieron esperar y, cuando llegan, suscitan aplausos de la platea, en especial el gran papel que tiene el inoxidable Han Solo, que se anima a corretear por el universo con los debutantes de la saga sin perder el aliento. Y las andadas por la galaxia nunca lucieron mejor. Haciendo un uso del 3D que en algunos momentos vale la entrada, Abrams construye un viaje cargo de adrenalina y lleno de escenas de acción, persecuciones a toda velocidad, vueltas de cámara imposibles y criaturas rebosantes de animación y efectos prácticos de gran calidad. No escatimaron en gastos y eso se nota en la pantalla grande, que es de la única forma de disfrutar por completo esta gran película. Todo lo que la saga quiso ser y nunca pudo por cuestiones de presupuesto, hoy en día esos sueños están concretados en pantalla, en cada salida del Halcón Milenario, en cada combate mano a mano con sables láser, en cada efecto de sonido. Es, personalmente, todo lo que quise que Star Wars sea, y más. Es el sueño del pibe, cumplido.

¿Hace falta una reseña para decidir si ir a ver o no The Force Awakens? Me parece que no. J. J. Abrams es sinónimo de calidad y no habrá nadie que salga decepcionado con lo que hizo en esta monumental secuela. Seas fanático o no, es un momento histórico que se tiene que vivir dentro de una sala de cine.

 Calificación: A- 

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