jueves, 20 de febrero de 2014

Nebraska

Año: 2013.
Género: Drama
País: Estados Unidos.
Duración:115 minutos.
Dirección: Alexander Payne.
Intérpretes: Bruce Dern, Will Forte, June Squibb, Bob Odenkirk, Stacy Keach.

"Un padre ya entrado en años realiza un viaje desde Montana a Nebraska con su hijo, a quién apenas conoce, con el fin de reclamar el boleto ganador de un premio millonario."

En Nebraska vemos la historia de Woody Grant, un anciano mecánico deslizándose rápidamente hacia la senilidad de sus últimos años. Su escape es aferrarse fuertemente a la idea de que ha ganado un millón de dólares e irá a cobrar su premio cueste lo que cueste, con o sin el apoyo de su familia. Lo tragicómico de la situación es que el pueblo donde Woody se crió lo recibe como un héroe, y todos lo reciben en menor o mayor medida, como una celebridad.

 Explorando nuevamente un trasfondo familiar como ya lo hizo en su anterior Los Descendientes, Alexander Payne vuelve a jugar las mismas cartas, con resultados aún mayores y mas ricos en variedad que en el film protagonizado por George Clooney. Ya no estamos hablando de la muerte de un familiar y el culto de tradiciones funerarias alrededor del mismo, sino que la trama familiar para por la desidia y la codicia de un grupo familiar numeroso que se reúne como excusa para festejar al pariente - aparentemente - y de paso sacar una tajada utilizando sucios ardides cuando la cortesía ya no surte el efecto deseado.  El factor comédico de ver interactuar a la familia Grant en su totalidad contrasta con la tristeza que cargan en sus espaldas los protagonistas, y la maestría de Payne se deja en clara evidencia al poder mechar los momentos de comedia con el drama más puro y que ningún género opaque al otro.

A primera vista, parecería que los académicos le dieron más peso a la edad y la carrera de un avejentado Bruce Dern por sobre la jovialidad de Will Forte. Finalmente Dern consiguió una nominación por sobre la brillante demostración de apatía por parte de Forte, quien deja bien claro que su arte en la comedia es una cosa y que si se lo propone puede trabajar con un registro extremadamente dramático y ganar por goleada. Pero a medida que pasan los minutos, el naturalismo y la intermitencia que refleja Dern en su cansado y abatido Woody demuestra la excelencia de un actor en la cima de su carrera. La profundidad de la caracterización de Bruce Dern es tan inmersiva que de momentos el espectador realmente siente que está en presencia de un documental sobre la tercera edad que un drama de ficción. Siento que lo digo demasiadas veces en la temporada de Oscars, pero realmente es una clase maestra de actuación.

 Dejando de lado a Dern y Forte, y sin olvidar mencionar al excelente trabajo de casting que se hizo para el film - los habitantes del pueblo de Hawthorne son fascinantes en su vacua existencia - ciertos momentos le pertenecen completamente a June Squibb, esta veterana escondida bajo las rocas hollywodenses que llega pisando fuerte y con una candidez envidiable se roba casi todas las escenas en las que está presente. Como Kate, la esposa de Woody, Squibb es un personaje inestimable al que no le preocupa decir todo lo que se le pasa por la mente, una de esas personas tan cotidianas en la vida de cualquiera que genera tanto odio como amor absoluto, una persona que incluso dormida no quita esa cara a medio camino entre la ternura y el enojo eterno. La protagonista que nadie se imagina es la gran fotografía a blanco y negro de Phedon Papamichael, un gran recurso estilístico que le otorga otro color - ejem - al film de Payne,d onde la escala de grises contrasta perfectamente con la animosidad de los personajes y los subsiguientes secundarios en el camino de la familia Grant.


Alexander Payne se marca con Nebraska otro puntito más, y se consolida como uno de los directores americanos con más sustancia del medio actual. Nuevamente queda demostrado que con una historia pequeña y grandes actores se puede tener como resultado una película emotiva y totalmente gratificante.

 Calificación: B+


martes, 11 de febrero de 2014

Philomena

Año: 2013.
Género: Drama.
País: Reino Unido - Estados Unidos - Francia.
Duración: 98 minutos.
Dirección: Stephen Frears.
Intérpretes: Judy Dench, Steve Coogan, Barbara Jefford, Sophie kennedy Clark, Kate Fletwood, Mare Winningham, Michelle Farley, Anna Maxwell Martin, Sean Mahon.


"Philomena Lee es una mujer irlandesa que, tras quedar embarazada siendo una adolescente, se vio obligada a dar a su hijo en adopción. Cincuenta años después, retoma la búsqueda con la ayuda de un periodista interesado en su historia."

La historia verídica de Philomena Lee, en la que se basa Philomena , es tan increíble que parece salida de una telenovela, pero la realidad, una vez más, es más poderosa que la ficción.

El personaje de Philomena, quien le guardó a su familia un secreto durante cincuenta años, es una persona llena de contradicciones, entre lo que siente y lo que debe hacer según sus firmes creencias católicas. Este tire y afloje interno genera un interesante conflicto que lleva a varios choques entre su ferviente religión y el ateísmo del Martin de Steve Coogan. El drama de localizar a un hijo dado en adopción hace tantos años atrás tiene su debida cuota de dramatismo, pero también sus momentos de picardía y sutil comedia, además de unas cuantas vueltas de tuerca inesperadas que parecen manufacturadas por el guión, pero no, sucedieron de verdad.

Si bien la historia es dura, fuerte y tiene varios embates melancólicos, se agradece al director que nunca se convierta en un festival de lágrimas, y le aporte ligereza y liviandad a la trama con toques de humor ácidos y una relación sana y entrañable. Más allá de todo tópico polémico, Philomena también es un choque entre dos personas de diferentes estratos sociales, un periodista que considera a esta enfermera retirada un tanto bobalicona y superficial, pero que con el correr del tiempo logran concertar en un terreno igualado sus diferencias y entender un poco la vida del uno y el otro.

Philomena es más sobre el mensaje que el oficio. Stephen Frears narra una sucinta historia de abandono, culpa y redención que dispara duro y parejo contra el catolicismo. No es una película que sea recordada por escenas francamente alucinantes ni momentos sobrecogedores, sino que es una más bien amena adaptación del libro de Martin Sixsmith con muchos dejos a telefilm. Con esto no quiero decir que la película sea mediocre, pero es un proyecto menor, aumentado en todo caso por las excelentes interpretaciones de la Dama Judy Dench y su compañero de viaje, el agradable Coogan, también coguionista aquí.

Philomena es una poderosa y emotiva historia contada en pequeña escala, íntima. Ante las grandes obras nominadas este año a los premios de la Academia, su aura intimista la termina favoreciendo. Un crowd-pleaser inteligente y entretenido, con un protagónico excepcional de parte de Judy Dench.

 Calificación: B


viernes, 7 de febrero de 2014

Agosto (August: Osage County)

Año: 2014.
Género: Drama.
País: Estados Unidos.
Duración: 121 minutos.
Dirección: John Wells.
Intérpretes: Meryl Streep, Julia Roberts, Chris Cooper, Ewan McGregor, Margo Martindale, Sam Shepard Dermot Mulroney, Julianne Nicholson, Juliette Lewis, Abigail Breslin, Benedict Cumberbatch, Misty Upham.


"Los Weston viven en una gran mansión en las afueras de Pawhuska, en Oklahoma. La desaparición del padre en extrañas circunstancias hace que la familia se reúna y que todas sus miserias salgan a la luz."

 August:Osage County es nuevamente un ejercicio fílmico que no termina de cuajar. Teniendo sus raíces en la laureada obra de teatro de Tracy Letts, August es una pieza netamente teatral que siempre satisface a los académicos y termina con varias nominaciones en las ternas actorales, pero en el marco general, uno se va olvidando de la propuesta poco a poco con el correr del tiempo. Es carne de Oscar, lo sabemos, y todos los participantes lo saben, pero no por eso deja de ser una propuesta interesante sobre las internas de una familia a la que la palabra disfuncional le queda chica.

 Con la desaparición del patriarca, el poeta Beverly Weston, la excusa de reunir a la familia desperdigada por todo Estados Unidos denota una fricción más que importante desde el comienzo.QQuizás ante pesos pesados en la carrera como 12 Years a Slave ó Blue Jasmine, la trama de August se vea afectada por su convencionalidad, pero el cándido cruce de las mujeres de la familia es un festín de cuervos con excepcionales actuaciones de por medio, en el que ningún papel, hasta los secundarios, están desperdiciados. El sacar trapitos al sol y pasarse facturas por sucesos ocurridos en el pasado no es una temática para nada nueva, hasta se puede decir que cansina en los tiempos que corren, pero no se puede decir que si el conjunto está bien conducido, no genere buenos resultados, entretenidos en los casos más agudos.

 Hablemos entonces de las interpretaciones, pilar fundamental de August . El traspaso de la escena teatral al cine deja un hueco enorme, palpitante, que se rellena con toques álgidos que rayan lo grotesco. En el epicentro está Violet, la violenta y muy verbal matriarca interpretada por Meryl Streep. Muchas veces me repito que a la Academia le encanta nominarla, que una terna de Mejor Actriz no está completa sin Meryl, pero después uno ve la clase actoral en pantalla y la dama no hace más que cerrarnos la boca. La escena del almuerzo familiar es simplemente su demostración más fehaciente de que todavía tiene la capacidad para cerrarnos el pico y mirarla interactuar con cada miembro de la familia con total impunidad paga el precio de la entrada.

El contrapeso dramático más inmediato lo genera Julia Roberts como la endurecida Barbara, quien no recuerda con buenos ojos a su madre y atraviesa también conflictos en su propio seno familiar, incluídos un marido del cual está separada y una hija adolescente en plena pubertad. Como decía antes, ningún secundario está desperdiciado, y verlos reunidos bajo el mismo techo - en dicha escena de la comilona familiar - es donde se que ve cada uno va tomando la posta del otro. Julianne Nicholson, Margo Martindale, Benedict Cumberbatch, Chris Cooper, todos tienen su pequeño gran momento y aderezan con tino esta producción.

Se podría esperar que la dirección de John Wells sea más caótica y menos precisa a la hora de retratar al clan Weston, pero el film tiene una veta fílmica muy casual, tensa pero nada sobresaliente. Esto se nota más con algunas escenas que se sienten forzadas, creadas específicamente para la versión cinematográfica, que agregan más contenido personal a algunos personajes pero que en definitiva le agregan una carga pesada al metraje, que va perdiendo fuelle poco a poco. Las dos horas, entonces, se sienten sobrecargadas de información, y eso es algo malo cuando se están hablando de temas tan picantes como el incesto y el desapego y la miseria familiar.

August: Osage County es una feroz interna familiar, una película que vale la pena disfrutar por las interpretaciones y por el caos rayano en lo grotesco que es esta reunión penosa. No es increíblemente memorable, pero Meryl da una nueva clase de actuación para alquilar balcones.

 Calificación: B+


jueves, 6 de febrero de 2014

La gran aventura Lego (The Lego Movie)

Año: 2014.
Género: Animación - Acción - Comedia.
País: Australia - Estados Unidos - Dinamarca.
Duración: 100 minutos.
Dirección: Phil Lord y Christopher Miller.
Intérpretes: (voces de) Chris Pratt, Elizabeth Banks, Will Ferrell, Will Arnett, Nick Offerman, Alison Brie, Charlie Day, Liam Neeson, Morgan Freeman, Channing Tatum, Jonah Hill, Cobie Smulders, Will Forte.


"Emmet es una minifigura LEGO promedio, completamente ordinaria, que sigue todas las reglas, quien es erróneamente identificado como la persona más extraordinaria y la clave para salvar el mundo. Este hombrecito amarillo es escogido por una hermandad de extraños para encaminar una grandiosa misión que detenga al malvado villano, el Señor Negocios."

La dupla Phil Lord y Chris Miller sigue haciendo desmanes en la comedia. Primero fue en 2009 con la excelente película de animación Lluvia de Hamburguesas, una inesperada y cálida propuesta para toda la familia, aunque los que más la disfrutaban eran los adultos, que captaban todos los chistes y guiños cinéfilos. No contentos con haber pateado el tablero de las películas infantiles, en 2012 arremetieron con la remake de 21 Jump Street, un suceso de crítica y público que catapultó a la estratósfera a otra dupla de cuidado, Jonah Hill y Channing Tatum.

Personalmente estaba excitado de ver que harían con la secuela de su primer hit, pero los muchachos eligieron un proyecto fresco y no repetirse a sí mismos, y así es como surge La gran aventura Lego un festín animado arrollador que promete convertirse en un clásico de culto de acá a unos años.

Bajo el comando de la historia general de Lord y Miller, y el guión altamente azucarado de Dan y Kevin Hagelman, la trama de esta comedia animada nos lleva a conocer a Emmet, un constructor nada especial, un ciudadano lleno de energía que un buen día se ve inmerso en una carrera por salvar su mundo y otros parecidos de las garras de un villano llamado Señor Negocios, un empresario con dos caras, no podría ser de otra manera. No sólo la trama tiene dejos y toques claros a Matrix y otras películas de elegidos, sino que toda la historia es un gran homenaje a muchas películas, un combo explosivo que a pesar de tomar influencias de muchas fuentes aun así logra tener una fuerte identidad propia.

Y si hablamos de identidad propia, no se puede dejar de mencionar la combinación entre animación stop motion y CGI en la creación de los diferentes subniveles de coloridos y frenéticos mundos LEGO, donde todo está absolutamente hecho de ladrillos de plástico y hasta el agua, el fuego o los disparos son diminutos bloques encastrables. La gran aventura Lego no le teme a dejar en evidencia que es una gran propaganda de marketing de la marca danesa, ni tampoco satirizar a un mundo consumista donde el personaje principal tiene como una de sus aficiones principales beber café de elevado precio.

 El guión es filoso y totalmente inesperado, lleno de cameos y pequeñas apariciones que son una delicia, todo condensado en una hora y media que se pasa rapídisimo y tiene tantas bromas por segundo que recuperar el aire entre una y otra se torna tarea casi imposible. Es una pena que no llegue al menos una versión subtitulada con las más que apropiadas voces de Chris Pratt, Elizabeth Banks, Morgan Freeman, Liam Neeson y muchos otros más, pero el doblaje neutro es simplemente adorable y se predispone a muchos de las bromas originales.

La gran aventura Lego es una colosal demostración que todavía se puede innovar en el campo de la animación, y que también se puede hacer comedia indefensa y apta para todo público sin tener que recurrir a humor subido de tono o maldiciones. Diversión para toda la familia, y una firme contendiente a llevarse el Oscar a Mejor Film Animado en 2015.

 Calificación: A


miércoles, 5 de febrero de 2014

12 Años de Esclavitud (12 Years a Slave)

  También conocida como '12 Años Esclavo'

Año: 2013.
Género: Biografía - Drama.
País:
Duración: 134 minutos.
Dirección: Steve McQueen.
Intérpretes: Chiwetel Ejiofor, Michael Fassbender, Lupita Nyong'o, Sarah Paulson, Benedict Cumberbatch, Brad Pitt, Paul Dano, Paul Giamatti, Garret Dillahunt, Scoot Mcnairy, Taran Killam, Adepero Oduye, Chris Chalk, Alfre Woodward.


"En los Estados Unidos previos a la Guerra Civil, Salomon Northup, un hombre negro y libre del estado de Nueva York, es secuestrado y vendido como esclavo. Enfrentado a la crueldad, así como también a inesperadas amabilidades, Solomon lucha no sólo por sobrevivir, sino para conservar su dignidad."

 12 Years a Slave no es una película que se pueda olvidar fácilmente. Su temática, basada en la cruenta realidad norteamericana de la esclavitud, tiene una mirada para nada parcial sobre el asunto, y eso corre por cuenta del director británico Steve McQueen. En palabras del productor del film y actor secundario del mismo, Brad Pitt, se necesitó de un británico para hacer la película definitiva sobre la esclavitud en Norteamérica, y nunca el blondo actor estuvo más acertado.

Los doce años del título se concentran en la odisea de Solomon Northup, un joven caballero felizmente casado, padre de dos hijos y orgulloso violinista, que de una situación aparentemente inofensiva se ve empujado a una pesadilla sin aparente escape. Durante estos inmisericordes años es donde Solomon se cruzará con un sinfín de personajes que le demostrarán las mejores y las peores caras del ser humano. La gran virtud del film de McQueen es nunca tomar una posición, ni intentar aleccionar al espectador. Estos deplorables hechos de lesa humanidad ocurrieron, y no hay un aumento gratuito de violencia para que las acciones se sientan aún más profundas y deplorables.

Dentro de este marco de esclavos y dueños, el elenco se luce desde el protagonista hasta el último extra. Chiwetel Ejiofor es la cara misma de la congoja, un verdadero tour de force ya sea sufriendo en carne viva las vicisitudes de ser un esclavo, a personificar la antorcha misma de la esperanza, una persona que hará todo lo posible para sobrevivir y volver a casa con su familia. Su persona se contrasta con excelencia a la par de Michael Fassbender como el brutal Edwin Epps, un ser totalmente repelente que cree verdaderamente en la superioridad del blanco por sobre el negro, en una actuación desbordante y completamente atemorizante.

 La estrella, el vehículo de lucimiento además de Ejiofor, es la novata Lupita Nyong'o. Muchos se ven escépticos al ser este su primer gran papel en la Hollywood y colmarla de premios, pero la Patsey de Lupita es simplemente descollante, un verdadera joyita entre tanta oscuridad. Es un papel pequeño, pero resonante por la afectividad que genera su personaje y por la brutalidad que debe enfrentar. Corporizar a seres detestables no debe ser una tarea fácil para un actor, pero las interpretaciones secundarias de Sarah Paulson como la esposa de Fassbender, Paul Dano como un capataz de la hacienda Epps y Paul Giammati como un vendedor de esclavos se antojan tan reales y sin esfuerzo que asusta la naturalidad con la que este trío se entrega a sus papeles.

El gran logro que eleva a 12 Years a Slave a alturas impensables no son los artilugios técnicos que representan la dirección avasalladora de McQueen, la fotografía sobria pero detallada de Sean Bobbit, el guión de John Ridley ó la música del gran Hans Zimmer, sino una combinación de todas las partes mencionadas, y la amalgama que generan. Al ver los durisimos 134 minutos del film, uno no puede dejar de pensar en la injusticia y ver vergüenza que significan los hechos que desfilan en pantalla. El film de McQueen es tan poderoso y golpea tan fuerte que uno se pregunta si vale la pena ser un ser humano si estas atrocidades se cometieron, y probablemente se sigan cometiendo. ¿Realmente nos merecemos ser la especie reinante del planeta?

 Calificación: A