martes, 26 de noviembre de 2013

La sospecha (Prisoners)

  Conocida también como 'Prisioneros'

Año: 2013.
Género: Drama/Thriller.
País: Estados Unidos.
Duración: 153 minutos.
Dirección: Denis Villeneuve.
Intérpretes: Hugh Jackman, Jake Gyllenhaal, Viola Davis, Maria Bello, Terrence Howard, Melissa Leo, Paul Dano, Dylan Minette, David Dastmalchian.


"Cuando la hija de Keller Dover y su mejor amiga desaparecen, el honrado padre de familia toma el asunto en sus manos cuando la policía parece no resolver el caso y la presión aumenta con cada minuto que pasa. ¿Qué tan lejos puede ir un hombre desesperado con tal de proteger a los suyos?"

 El invierno profundo se acerca en Pennsylvannia, y las familias Dover y Birch se aprestan a pasar el día de Acción de Gracias juntas. Lo que no saben es que la celebración pronto se verá trunca con la desaparición de las integrantes más pequeñas de ambas familias, lo que desencadenará un thriller oscuro y moralmente sinuoso. Un verdadero artista del celuloide, Denis Villeneuve da el gran salto desde su Canadá natal y se agenda un elenco de estrellas de primer nivel, dignas de estudio, para plasmar en pantalla uno de los miedos más recurrentes en la vida de un padre con hijos.

 Durante muchos momentos de la historia, la sensación de dejá vú puede hacerse presente en las actitudes que toman los personajes, pero el guión de Aaron Guzikowski siempre se encuentra un paso por delante del espectador, dejando cabos sueltos desde principio a fin, que luego van encontrando su forma de encadenarse con el todo de la trama. Es íncreíble lo que se puede llegar a lograr con material reutilizado de muchas películas del género y sin embargo, que el resultado final sea tan fresco y ominoso como lo es el caso de Prisoners. Villeneuve juega un juego peligroso, siguiendo un camino intrincado cual laberinto - detalle simbólico que cobra peso durante la mitad del film - que conduce a un cada vez más inesperado desenlace, haciendo honor al genero que pertenece, haciendo sospechar a la platea de todos y cada uno de sus personajes.

Lo que hace de ésta una película tan visceral - además de su fuerte contenido de violencia - es el detalle solapado del realismo. Todo el elenco se conduce con naturalidad y las decisiones que toman, aunque cuestionables, se sienten honestas y verdaderas. El padre interpretado con una expresividad que asusta por parte de Hugh Jackman - en una nueva demostración de todo su talento, papel que clama a gritos una nueva nominación al Oscar -  está dispuesto a todo por defender a su familia, aunque tenga que entrar a la espiral descendente que significa voltear la mirada a un lado de la Ley. Por el otro lado, el parco y recio detective Loki de Jake Gyllenhaal nunca ha tenido en toda su carrera un caso sin resolver, y la posibilidad de que la desaparición de las chicas y su destino queden en el misterio lo empujan por el camino de la desesperanza y la frustración.

 No hay grandes diálogos, ni reflexiones extravagantes, así como tampoco interpretaciones prolíferas en registros elevados. La solidez con la cual artistas de la talla de Maria Bello, Viola Davis y Terrence Howard juegan a ser los padres en pena, y los avasallantes papeles de un oscurísimo Paul Dano y una desensibilizada Melissa Leo son detalles que no se pueden dejar pasar a la hora de sopesar el resultado final de Prisoners.

La congelada fotografía de Roger Deakins es una protagonista insoslayable, en especial esa magnífica escena en donde la lluvia no cesa de caer y se convierte en nieve, ambos fenómenos meteorológicos ocurriendo al mismo tiempo, transmitiendo aún más la angustiosa situación en la cual se encuentran los protagonistas. Algo similar a lo visto en aquella película con Jennifer Lawrence, Winter's Bone, en donde el clima aportaba mucho a la trama. Si a eso le sumamos la pesadillesca banda sonora de Jóhann Jóhannsson, la historia de un secuestro dentro del paisaje pesimista funciona como un puño gélido que estruja el corazón hasta de los más duros, en un thriller que durante dos horas y media paraliza en la butaca y no te deja despegarte hasta el turbio clímax final.

El director canadiense ofrece así una de las cintas más estremecedoras de año, donde la reflexión recae sobre las miserias más profundas del ser humano gracias a una historia más cercana de lo que a uno le gustaría reconocer. Prisoners es la definición de diccionario de lo que es un thriller con todas las letras. Imperdible.

 Calificación: A

martes, 19 de noviembre de 2013

Los Juegos del Hambre: En Llamas (The Hunger Games: Catching Fire)

Año: 2013.
Género: Acción - Aventura - Ciencia Ficción.
País: Estados Unidos.
Duración: 146 minutos.
Dirección: Francis Lawrence.
Intérpretes: Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson, Liam Hemsworth, Woody Harrelson, Elizabeth Banks, Lenny Kravitz, Phillip Seymour Hoffman, Jeffrey Wright, Stanley Tucci, Donald Sutherland, Sam Claflin, Jena Malone, Lynn Cohen, Amanda Plummer.


"Katniss Everdeen regresa al distrito 12 sana y salva luego de ganar los 74° Juegos del Hambre junto a su compañero Peeta Mellark. Ganar significa tener que dejar atrás a familia y amigos, y embarcarse en el Tour de la Victoria por los diferentes distritos. A lo largo del camino, Katniss se dará cuenta de que una rebelión comienza a gestarse, pero en el Capitolio continúa todo bajo control mientras el Presidente Snow organiza la edición número 75 de los Juegos del Hambre con un giro inesperado que cambiará la historia de Panem para siempre."

El placer que me provocó ver En Llamas en pantalla grande me hizo volver el tiempo atrás, a cuando ir a un preestreno de Harry Potter lo significaba todo para un pibe adolescente. La saga de Katniss Everdeen heredó con justicia el fandom del joven mago, y no tuvo que caer en el melodrama mormón que supuso ser la saga Twilight para poder subsistir. Si hay una heredera digna de la saga mágica, esa es la distopía asombrosa creada por Suzanne Collins, ahora convertida en una franquicia que se encuentra presente allí para donde uno voltee la mirada.

El Capitolio de Panem, gobierno cruel y dictatorial si los hay, ya demostró lo sádico que puede llegar a ser al organizar los anuales Juegos del Hambre, en donde 24 chicos de diferentes distritos combaten a  muerte para el divertimento de las clases sociales más altas. Si bien una pincelada bastante grande de la injusticia social en Panem se vivió en la primera entrega, es tras finalizar con la victoria de Katniss y su compañero Peeta que las cosas se ponen realmente interesantes en la saga. En la secuela, nuestra heroína se enfrenta a una realidad en donde el estrés post-traumático de haber combatido en la arena acecha en cada esquina, donde todos sus movimientos están siendo controlados por el presidente, convencido de que las acciones de Katniss han provocado una chispa de esperanza en el pueblo oprimido, donde un evento especial la empujará nuevamente al escenario que más teme enfrentarse.

 Una razón por la cual En Llamas se siente muy diferente a su precursora por el solidificado guión de Simon Beaufoy - Slumdog Millionaire, 127 Horas y Michael Anrdt - Toy Sotry 3, Valiente - quienes adaptan con una fidelidad pasmosa el libro homónimo. Odio caer en comparaciones, pero ni Harry Potter pudo trasladarse a la pantalla grande sin perder la riqueza de la prosa de Rowling, y En Llamas es un testimonio asboluto de que no sólo se puede lograr ser lo más fiel posible, sino entretener durante casi dos horas y media sin resultar aburrida en ningún momento.

 Entre el contraste de la opulenta vida de los ricos en el Capitolio - cuyo epítome se ve reflejado en la extravagancia de Effie Trinkey, una siempre sólida Elizabeth Banks- y la pobreza absoluta de los distritos adyacentes al Capitolio se encuentra la Chica en Llamas, en una verdadera explosión actoral de parte de Jennifer Lawrence. Fresca luego de su reciente Oscar, Lawrence demuestra toda su gama de emociones en un personaje conflictuado, que le permite dar en el clavo con un registro que la lleva por diferentes estadíos durante toda la película. Es muy fácil exagerar un protagónico del estilo, y es muy fácil caer en lugares comunes, pero la joven actriz utiliza todo su encanto y magnetismo personal para lograr que su Katniss interese, y se sufra en carne propia el tortuoso camino que le tocó transitar. Es una pena que sus acompañantes masculinos no la acompañen en nivel, ya que la ternura del Peeta de Josh Hutcherson se queda en eso, ternura, y Liam Hemsworth sea tan sólo una cara bonita - aunque su personaje se vaya desarrollando con las siguientes películas/libro-. El elenco secundario brilla también por los nombres que desfilan en pantalla, desde las usuales intepretaciones de calidad de parte de Woody Harrelson, Stanley Tucci, Lenny Kravitz y el gélido Donald Sutherland hasta las nuevas incorporaciones, como Phillip Seymor Hoffman y los Tributos, la letal Johanna Mason de Jena Malone y la beldad rubia Finnick Odair de Sam Claflin.

 El cambio de dirección le vino muy bien también a En Llamas. A partir de ahora, la saga será completamente dirigida por Francis Lawrence, y si lo que se vio en esta secuela es indicativo de algo, es que el final de la saga será explosivo. No sólo el presupuesto subió exponencialmente y ahora el universo donde transcurre la historia se nota gigante y totalmente expansivo, sino en los efectos digitales también - la arena de combate de estos Juegos del hambre es de proporciones gargantuescas -. La dirección casi experimental de Gary Ross le vino bien a la primera parte, pero la velocidad aumentada le permiten a Lawrence - quien tiene bajo su cinturón hits como Constantine y I Am Legend - divertirse explorando varios peligros dentro del último acto del film, mientras que el trasfondo político y social abundan en los actos anteriores, creando una sensación de desasosiego in crescendo hasta el fatídico evento del Vasallaje de los Veinticinco.

En Llamas redobla la apuesta y resulta una película de fantasía muy sugerente, con ingredientes interesantes y una calidad avasallante como para sostenerse como una de las más recordadas sagas juveniles. Si la coherencia se mantiene durante el desenlace de la historia de Katniss Everdeen, se puede decir que estamos frente a algo que podrá sostenerse en el tiempo, una revolución que vale la pena esperar.

Calificación: A-

jueves, 14 de noviembre de 2013

El abogado del crimen (The Counselor)

Año: 2013.
Género: Thriller - Drama.
País: Estados Unidos - Reino Unido.
Duración:117 minutos.
Dirección:Ridley Scott.
Intérpretes: Michael Fassbender, Penélope Cruz, Cameron Diaz, Javier Bardem, Brad Pitt, Rosie Perez, Natalie Dormer, Édgar Ramírez, Bruno Ganz, Rubén Blades, Goran Višnjić.

"Un abogado que atraviesa problemas económico se mete en el mundo del narcotráfico cuando acepta actuar como escolta de un cargamento de droga que proviene de la frontera mexicana a los Estados Unidos."

Ni bien termina una película, la situación que normalmente se presenta en una sala de cine es darse vuelta y comentar en una palabra lo que se acaba de ver al compañero de turno. Cuando la escena final de The Counselor llega a su fin y los títulos comienzan, esa palabra, ese excelente ó el malísima tarda en salir, si es que alguna vez sale. Virtualmente inclasificable, el nuevo film de Ridley Scott es un grotesco de situaciones y personajes inexplicables que significa un salto al vacío - para bien o para mal - dentro de la filmografía actual mainstream Hollywoodense. Si hay algo que no se ve seguido, eso es una película experimental con un elenco y guionista de lujo, y eso es lo que representa al final del día The Counselor.

En su primer guión cinematográfico, el escritor Cormac McCarthy demuestra que todavía tiene esa chispa que lo hizo tan reconocido, con una historia sobr eel crimen organizado y las causas y consecuencias de la avaricia, que no escasea en diálogos profundos a veces y hasta estrafalarios en otras. Nada es lo que parece en el mundo McCarthiano, no todo el lineal ni todo está dicho u hecho, y debe ser por eso que la trama resulta difícil a veces de seguir, amén de la calidad de un guión que, como la misma película, tiene momentos que pueden ser considerados piezas invaluables e inolvidables dentro de la memoria cinéfila ó meramente flashes de provocación por el simple hecho de provocar.

The Counselor no es una película de fácil digestión. No es soporífera, pero tampoco es un blockbuster veraniego. No es una película de la saga Saw, pero contiene escenas de violencia explícita, detalle que nadie se imaginaría en un film con los nombres del tamaño de Michael Fassbender, Cameron Diaz o Brad Pitt. No es Shame, pero las conversaciones de índole sexual y las escenas de sexo extremadamente sugerentes tienen lugar durante la mayor parte de la trama. El problema no radica en la trama, sino en como se comportan sus personajes. Los diálogos construídos por McCarthy son antinaturales, netamente expresivos y poco creíbles, rellenos de alegorías y metáforas, y eso se traduce en pantalla, en las personificaciones del elenco.

Dejando de lado las correctas caracterizaciones de Penélope Cruz y Brad Pitt, sorprenden el costado seguro de - recordemos que ganó un Oscar por el escalofriante villano en No Countryo for Old Men, basada en la novela de McCarthy - y la apabullante belleza exótica que compone Diaz con su desalmada y calculadora Malkina, que nunca se clarifica, pero en el guión original era de nacionalidad argentina. Malkina es el personaje mas caricaturesco y explosivo de la película, y genera un contraste interesante entre el declive moral y físico que presenta el Abogado de Fassbender. Ambos cargan la película de diferente manera, Diaz con su conducta pasivo-agresiva, dejandose llevar incluso en las escenas más ridículamente increíbles - la escena del auto, para los anales del cine - y Fassbender con su convincente aplomo y expresividad.

Es extraño ver como la calidad de Scott y su director de fotografía Dariusz Wolski logran sacarle jugo a las diferentes locaciones internacionales en las que se juega el juego criminal, y como esa calidad fílmica se ve enredada por una colección de muchas buenas ideas que no terminan de conectar del todo. Sin lugar a dudas, su calidad fluctuante le permite volar alto y desplomarse completamente, le permiten ser algo que cuando es bueno, es genial, y cuando es malo, un fracaso absoluto, pero es imposible quedarse a medio camino. La sensación que deja al bajarse la cortina es muy palpable, un final frío y manipulador, tan gélido como el personaje de Malkina. The Counselor es la película más extraña de la temporada. Buena suerte con ella.

Calificación: C+

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Cuestión de tiempo (About Time)

Año: 2013.
Género: Comedia romántica.
País: Reino Unido.
Duración: 123 minutos.
Dirección: Richard Curtis.
Intérpretes: Domhnall Gleeson, Rachel McAdams, Billy Nighy, Lydia Wilson, Lindsay Duncan, Tom Hollander, Margot Robbie, Will Merrick, Vanessa Kirby.


"Tim Lake, al igual que el resto de los hombres de su familia, posee el don de viajar en el tiempo. Él no puede cambiar la historia, pero si puede modificar lo que pasa con su propia vida, por lo que decide hacer de éste un mundo mejor y aprovecha este magnífico don para... ¡conseguir una novia!"

Hasta el día de la fecha, About Time es la única película que he visto completa del guionista y ocasional director Richard Curtis. Fragmentos de Love Actually, Nothing Hill y Bridget Jones pululan en mi memoria, pero no tengo la idea sólida de haberlas visto al completo. No soy muy conocido por mi romanticismo, todo lo contrario, pero hay algo de tópico y regular que no me llama la atención de una comedia romántica, algo en el género nunca termina de cerrar. Pero desde los primeros minutos, con la introducción de Tim y su peculiarmente normal familia, me sentí atrapado por la historia de Curtis. Disfrazada con un manto de ciencia ficción, el siempre presente hilo 'chico-conoce-chica' funciona a tantos niveles distintos que parece como si ésta fuese la primera vez que se ve en pantalla una historia de este tipo, tal es la frescura que el director le impone a su deliciosa y entrañable pequeña película.


Trabajar en la pantalla grande con el artificio narrativo de los viajes en el tiempo no siempre funciona como una máquina bien aceitada. Las reglas paradójicas crean agujeros en el tiempo-espacio y sólo muy pocas películas en el pasado han logrado tener una coherencia total de principio a fin. ¿Que puede saber un guionista de comedias románticas sobre viajes en el tiempo? Ésa era mi mayor preocupación a la hora de ver About Time y desde ya desapareció de un soplo cuando las sencillas reglas del viaje temporal aparecen en juego y se arriman tímidas a la vida cotidiana del protagonista, un desgarbado joven que apenas tiene idea de la vida, y mucho menos con respecto a las mujeres.

 El balance entre comedia y romance nunca se desbarajusta, y así el timing cómico del Tim de Domhnall Gleeson lo es todo: sus morisquetas, sus caras de impresión, su porte entre tonto y cariñoso hacen que su encuentro y posterior conquista de la tímida e insegura Mary de la nunca más adorable Rachel McAdams mucho más romántico y gratificante de lo que es. La química entre McAdams y Gleeson es perfecta; una pareja joven en la cúspide de sus vidas sin problemas existenciales, que se aman y se respetan, y nunca generan peleas por el simple hecho de pelear o generar situaciones de telenovela. Su relación es orgánica y el guión no recurre a lugares comunes. Nunca es predecible lo que va a suceder a continuación, y la sorpresa lleva un puntito de gratitud para con Curtis, por no caer en lo obvio y por tener tan en mente la reacción del espectador y encaminarlo por la senda indicada.

 No hay golpes bajos en general, y cuando el costado dramático llega, no abruma sino que transita el camino sinuoso y lagrimal con mucha sutileza. Las moralejas están ahí, imbuidas en cada conversación entre Gleeson y su padre, el genial Bill Nighy, quien con su habitual aplomo se come enteras las escenas en las que aparece. Mucho menos hay que desmerecer al elenco secundario, con buenas interpretaciones cómicas de parte de Tom Hollander como un odioso escritor de obras de teatro ó Joshua McGuire como el inquieto compañero de trabajo del protagonista. Se nota que Curtis es un perfeccionista y está hasta el último detalle en cuanto a los personajes, las escenas, la edición, y el siempre efectivo toque musical, que pide a gritos correr a comprarlo una vez terminada la película. No siempre la combinación final resulta tan bien como se esperaba, pero la película toca cada una de las fibras emocionales en el tiempo y lugar precisos, una bomba de relojería romántica para aplaudir.

Puedo decir ahora que he perdido mi virginidad en el cine de Richard Curtis, y estoy muy contento de que la responsable haya sido About Time, una gema preciosa dentro del género a la que simplemente no se le puede reprochar nada, excepto disfrutarla, apretar los puños, volver en el tiempo, y revivirla con la misma intensidad.

 Calificación: A