jueves, 27 de septiembre de 2012

Resident Evil 5: La Venganza (Resident Evil: Retribution)

Año: 2012.
Género: Acción/ Horror.
País: Estados Unidos - Alemania
Duración: 96 minutos.
Dirección: Paul W.S. Anderson.
Intérpretes: Milla Jovovich, Michelle Rodriguez, Sienna Guillory, Kevin Durand, Shawn Roberts, Colin Salmon, Johann Urb, Boris Kodjoe, Bingbing Li.

"El mortífero virus T de la Corporación Umbrella continua destruyendo la Tierra, transformando a la población global en legiones de muertos vivientes voraces. La última y única esperanza de la raza humana, Alice, despierta en el corazón del centro de operaciones más clandestino de Umbrella y descubre más acerca de su misterioso pasado a medida que se adentra cada vez más en el complejo. Sin un  refugio seguro, Alice continúa en su caza a los responsables de esta epidemia, una caza que la lleva desde Tokyo a Nueva York, Washington, D.C. y a Moscú, culminando en una impresionante revelación que la forzará a repensar todo lo que creyó que alguna vez fue verdad. Ayudada por un grupo de aliados nuevos y amigos ya conocidos, Alice deberá luchar para sobrevivir lo suficiente para escapar a un mundo hostil al borde del olvido. La cuenta atrás ha comenzado."

 Y la cuenta atrás ya había comenzado con el final de la cuarta entrega, pero no, parece que Paul W.S. Anderson no quiere dejar en paz a Alice todavía, y con el comienzo de Resident Evil: Retribution le da con todo menos con paz y tranquilidad al personaje. Y es que la gallina de los huevos de oro todavía tiene envión para seguir recaudando, y no será hasta la sexta y (casi) confirmada entrega final que veremos como Alice acaba con la amenaza que supone la Corporación Umbrella.
 Mientras tanto, una instalación subacuática más se impone como encierro entre la heroína y su libertad; ayudada de varios viejos conocidos y nuevas caras en la saga, Alice enfrenta en esta entrega una multitud de criaturas y escenas más explosivas que en la anterior entrega, creando un ambiente de disfrute constante (si tenemos en cuenta que nuestro cerebro se apagó antes de entrar a la sala)

 Con una inusual pero hermosa escena inicial que va en reversa para ver el corto pero brutal ataque de Umbrella contra el barco-refugio Arcadia (nótense las tres resonantes ausencias en esta escena), Retribution es víctima de un recorte importante en su metraje: de la versión original de 117 minutos que propuso su director, tan sólo quedan unos correctos 96. Por decisiones de la productora, el enfoque no queda tanto en la trama y los parlamentos de los unidimensionales personajes (nuevos, viejos, no importa cual hable) sino en que la acción sea imparable, algo que beneficia y afecta a partes iguales. Afecta porque dichos personajes no tienen ni una onza de alma y generar empatía con ellos es muy difícil, pero a la vez beneficia el hecho de que la película se disfrute por ese mismo festín de acción en el que se ven inmersos los sobrevivientes. Básicamente la trama del film se apoya en la de un videojuego: pasando de un escenario al otro perdiendo algún que otro jugador y llegando al jefe final antes del final que da pie a una próxima entrega. Simple como eso. Olvidaba también que Anderson toma como inspiración para ciertas tramas en la película a la relación madre-hija de Ripley con Newt en Aliens para Alice, ya que encuentra un clon que en el esquema del film, es su hija, y también un gran punto en común con la saga Terminator.

 La trama tiene más agujeros que un colador; claramente escribir no es el fuerte de Paul W.S. Anderson, pero lo que no tiene de escriba lo compensa dirigiendo magníficas escenas llenas de balaceras, volteretas imposibles en el aire, sangre y criaturas conocidas de la saga. Obviamente, abusa incesantemente de la cámara lenta y ese mapeado en 3D tan útil que le sirve para economizar a gran escala, pero en definitiva no es nada nuevo para los abonados a la serie; el 3D brilla nuevamente con una profundidad intensa y una miríada de objetos lanzados a la pantalla que son una constante sorpresa. Claramente, Anderson sabe como entretener a sus seguidores.

  Sin la fuerza gravitatoria de Milla Jovovich, Retribution y la saga al completo no sería lo que llegó a ser en estos momentos. La belleza ucraniana empuja hacia adelante la película con corazón, como si fuese un hijo de carne y hueso. Cada expresión, cada coreografía de pelea, todo se ve muy bien cuando lo hace ella y poco importa las huecas palabras que salgan de su boca: la vinimos a ver para verla patear traseros y dispararle a todo lo que se mueva. A su alrededor poco y nada ayudan. El regreso inusitado de viejas glorias como la combativa Rain de Michelle Rodriguez (y su contraparte civil), el parco Carlos de Oded Fehr y el póster con patas del One de Colin Salmon le dan otro color a la trama pero nunca terminan de cuajar por completo. Incluso el regreso de una avillanada Jill Valentine se siente acartonado por una fría performance por parte de Sienna Guillory que, asumo, se porta cual robot al estar controlada por un aparato encajado en su pecho. Ver a Shawn Roberts como el maligno devenido en bondadoso Albert Wesker es meramente anecdótico, a pesar del gran peso que tuvo en la anterior entrega.

 Poco y nada sirve tampoco traer a íconos de los videojuegos a la pantalla grande, ya que ni la escurridiza y traicionera Ada Wong de Li Bingbing ni el aparente duro de roer Barry Burton de Kevin Durand funcionan como puntos verídicos de nostalgia. Otro personaje al que le arruinaron las chances de brillar fue al Leon S. Kennedy de Johann Urb: estéticamente luce perfecto e idéntico, pero poco y nada tiene de peso en la trama, además de ser una mera sombra de su contrapartida videojueguil. Atentos, no es que esté comparando un producto con otro, pero al menos un poco más de conexión entre los personajes y sis congéneres habría que haberles impuesto.

 Si faltaba establecer la enorme escala que se toma en esta quinta parte de alguna manera, ese detalle se logra con una recreación digital y en escenarios de grandes lugares arquitectónicos como Nueva York, Tokyo, Moscú y una ciudad suburbana (muy pero muy parecida a donde el caos comienza en la versión de Zack Snyder de Dawn of the Dead) En dichos escenarios es donde ocurre toda la acción, y en donde el presupuesto realmente se nota, porque la ambientación es fabulosa y bien distintiva en cada territorio internacional. Claramente, el mal de globaliza no fue una mala elección de marketing en esta ocasión.

 Mi especial aplauso también va para los caballeros de tomandandy, que se superaron una vez más al crear una banda de sonido atmosférica, que llena de adrenalina a la película y le da el toque justo de suspenso, acción y empuje. Estos chicos son grossos, y tienen futuro.

Resident Evil: Retribution es un gran despliegue visual que propone una película de acción sin ton ni son, en donde el ritmo lo es todo y la historia no lo es tanto, ya que abundan los sinsentidos. Sin embargo, si hay un pecado que la película no cumple es el de aburrir, sino todo lo contrario. Quedamos a la espera del descenlace final final para esta aventura que parece, no dejará a nadie en pie.


 Calificación: B

viernes, 7 de septiembre de 2012

La Aparición (The Apparition)

Año: 2012.
Género: Terror.
País: Estados Unidos.
Duración: 82 minutos.
Dirección: Todd Lincoln.
Intérpretes: Ashley Greene, Sebastian Stan, Tom Felton, Julianna Guill, Luke Pasqualino.


"Cuando comienza a suceder una cadena de eventos aterradores en su hogar, la joven pareja de Kelly  y Ben descubren que los acecha una presencia que fue invocada por accidente durante un experimento universitario de parapsicología. La horripilante aparición se alimenta de su miedo y los atormenta en cualquier lado a donde huyan. Su última esperanza es un experto en lo sobrenatural, pero aún con su ayuda puede que sea muy tarde para salvarse de esta fuerza espeluznante..."

¿Será que el director y guionista Todd Lincoln no se fijó que su creación es claramente un refrito de un refrito? Porque la trama de The Apparition es igual a la de la japonesa Kairo y su remake americana Pulse, y no están tan alejadas en el tiempo como para no notarlo. Y es que aún jugando con convenciones más usadas del género, la película es una línea recta que no ofrece nada nuevo y que atrasa más de lo que se imagina, con una historia y un ambiente totalmente nulo.

 En un prólogo más que efectivo es que se traza los lineamientos generales y la idea principal del film: ¿es posible que todas las entidades sobrenaturales sean producto de la creencia de la gente?, y también, es posible que con tan sólo pensar en algo en concreto podamos atraerlo a nuestro mundo? Partiendo de esa inquietante idea es cuando la película se estanca y nos ofrece una versión sobrenatural con menos cámara en mano que Paranormal Activity, ya que la mayoría del metraje (unos escasos 75 minutos menos los créditos) vemos la actividad diaria de la pareja protagónica Kelly y Ben (unos totalmente laxos Ashley Greene - pura carne y no mucho más - y Sebastian Stan - increíble el nivel de sobreactuación de un muchacho con talento-)

 Lincoln elige llenar su película con una multitud de saltos de manual, y tan sólo un par funcionan y crean un poco de pánico y confusión (léase el momento en el hotel, con esas sábanas constrictoras fenomenales) Desafortunadamente, le falta estilo, le falta ambiente; no por ser PG-13 es que una película de horror está condenada al fracaso, pero hay una batería tal de homenajes al cine de horror reciente (The Ring, The Grudge y las que mencioné la comienzo) que ya no se trata de casualidad sino de causalidad. Es triste, porque había potencial de hacer algo ameno e interesante incluso con material reciclado, pero se eligió por ir por el camino más fácil... y éste es el resultado.

 Cuando casi todo parece perdido, hay algunas cosas por la cual se le debería darle crédito a The Apparition: primero que nada, para ser un novato, Lincoln filma bastante bien, es sobrio por sobre todo, pero como guionista se tiene que dedicar a otra cosa, ya que su film carece de sentido alguno y tiene tantos agujeros en la trama tan grandes como para entrar un camión a través de ellos. Segundo, no puedo dejar de tirarle flores a los muchachos de tomandandy (así, sin mayúsculas) ya que de una película insulsa levantan el clima con una banda de sonido perfecta; estos chicos no me decepcionan nunca. Y i hay algo más para rescatar, sería el cameo prácticamente de Tom Felton, el eterno Draco Malfoy de Harry Potter, que se presta con su acento británico para darle un aspecto más científico a la trama, pero insuficiente.

Creo no olvidarme de mencionar nada más. Ah, si, The Apparition funcionará para aquellas colegialas de 12 años que se están por sumergir el el horror; para los más acérrimos (como su servidor) es un insulto que se sigan estrenando este tipo de propuestas para manchar más el nombre del género; supongo igualmente que películas así tienen su público, así que están más que avisados al respecto.

 
Calificación: C-

sábado, 1 de septiembre de 2012

The Tall Man

Conocida también como 'El Secreto' 

 Año: 2012
Género: Suspenso.
País: Estados Unidos - Canadá.
Duración: 105 minutos.
Dirección: Pascal Laugier.
Intérpretes: Jessica Biel, Jodelle Ferland, Stephen McHattie, Samantha Ferris,  William B. Davis.


"En el aislado y lentamente decaído poblado minero de Cold Rock, los niños están desapareciendo sin dejar rastro: secuestrados, murmuran los ciudadanos, por una misteriosa entidad local a la que ellos llaman El Hombre Alto. La enfermera del pueblo Julia Denning es escéptica al principio... hasta que su propio hijo David es abducido en el medio de la noche y, en la frenética persecución, Julia vive en carne propia mientras descubre la pesadilla más oscura de cualquier padre."


Ah, Pascal Laugier, que director tan controversial que resultaste ser. 
 Cada cuatro años golpea fuerte en el género, primero en 2004 con la ignorada Saint Ange, pero fue en 2008 cuando volteó el tablero con la brutal Martyrs. Cuatro años después, Laugier aterriza en pleno suelo americano con The Tall Man, una historia que es más de lo que aparenta ser al principio y tiene un fuerte comentario social insertado en su trama que no puede ser revelado aún por cuestiones de cordialidad y sorpresa, pero que dividirá las aguas en general; en resumidas cuentas, algo que le sale perfecto a este director.


Nuevamente al frente de un proyecto de horror, Jessica Biel (quien estuvo en la magnífica remake The Texas Chainsaw Massacre) retrata esta vez al último bastión médico de la pequeña comunidad de Cold Rock, cuya actividad y vida propia se ve menguada por el cierre de la mina, la fuente económica del pueblo. Además de la lenta e inexorable muerte del pueblo, otra tragedia está azotando a los habitantes: en extraños e inquietantes episodios, los niños del pueblo están desapareciendo bajo las garras de una entidad a la que se apoda El Hombre Alto. La policía poco y nada puede hacer frente a esta situación, y nadie parece estar a salvo, incluso la enfermera Julia Denning y si pequeño hijo David.


No sé si habrán visto todos Martyrs, pero recordarán que a mitad del film la historia viraba en contenido y se volvía una búsqueda espiritual bastante sangrienta y dolorosa. Bueno, en The Tall Man no hay (tanta) violencia, pero hay un giro radical en la trama que resignifica todo lo que se vio en los cuarenta minutos previos y convierte al aparente film de terror en un drama bastante poderoso pero engañoso. Realmente, ¿como esperaban que se venda esta película en un mercado masivo sin destruir la sorpresa? Es casi impensable...

 Afortunadamente, el elenco salva lo que podría ser un evento catastrófico, comenzando por una Jessica Biel que aceptó un papel bastante diferente y que tiene más de una dimensión: es un personaje duro y no exento de juicios apresurados por parte del espectador. Yo creo que ella se jugó bastante y logró destacarse y hacer algo diferente. Jodelle Ferland sigue abonada a papeles extraños (tan extraños como ella) y cumple con lo justo, así como también aportan su experiencia al asunto Stephen McHattie y William B. Davis, el eterno Deep Throat de The X-Files.

 No puede despreciarse también el ojo cinéfilo de Pascal Laugier: si algo tienen sus películas es que están bellamente filmadas, y acá se hace un buen uso de los exteriores, y también un aprovechamiento general de las diversas locaciones, que permiten meterse de lleno en un ambiente depresivo y condenado al olvido. Obviamente, el comentario social, un detalle favorito del autor, vuelve con todo en esta entrega, que promete un buen diálogo a posteriori que dejará pensando a más de uno acerca de la moralidad de ciertos personajes.

The Tall Man es una película engañosa. En realidad, su publicidad es engañosa, pero los que se animen a al propuesta y se enganchen con el giro en la trama obtendrán una simple pero interesante historia acerca del equilibrio de una sociedad y la radical solución de ciertas personas que pretenden un mundo mejor. ¿Confundidos por esto último? Vean la película y entiendan el secreto...


Calificación: B-