sábado, 21 de julio de 2012

Batman: El Caballero de la Noche Asciende (The Dark Knight Rises)


Año: 2012.
Género: Acción.
País: Estados Unidos.
Duración: 164 minutos.
Dirección:  Christopher Nolan.
Intérpretes: Christian Bale, Michael Caine, Gary Oldman, Anne Hathaway, Tom Hardy, Marion Cotilliard, Joseph Gordon-Levitt, Morgan Freeman.

"Han pasado ocho años desde que Batman desapareció en la noche, convirtiéndose, en ese instante, de héroe a prófugo. Habiendo asumido la culpa por la muerte del fiscal Harvey Dent, el caballero de la noche lo sacrificó todo por lo que él y el Comisionado Gordon esperaban que fuese un bien mayor. Durante un tiempo la mentira funcionó, mientras la actividad criminal en Ciudad Gótica fue aplastada bajo el peso de la Ley de Dent contra el crimen.

Pero todo cambiará con la llegada de una hábil ladrona, con una agenda misteriosa. Mucho más peligroso, sin embargo, es la aparición de Bane, un terrorista enmascarado cuyos despiadados planes para la ciudad empujan a Bruce fuera de suautoimpuesto exilio. Pero incluso con la capa y la capucha de nuevo, Batman puede no ser competencia contra Bane..."

 Se necesitó de un descanso de cuatro años  y una excelente película original de por medio (Inception) para que Christopher Nolan finalmente encontrara el rumbo para finalizar su historia personal del héroe enmascarado; con un muy buen comienzo y una excelente continuación (The Dark Knight) se dejó el listón bastante alto para el final de una trilogía. The Dark Knight Rises es cerrar con un moño muy bien atado una historia criminal  y superheroica de la mejor manera, en un festival de suspenso y acción descomunal que, sin llegar a los niveles de grandeza de su predecesora, logra arrimarse bastante cerca a las cimas de la espectacularidad previamente alcanzadas.

 Nolan comienza entonces con un platazo fuertísimo, esa escena de la que todos hablaron hace tiempo: el secuestro de un avión con otro avión más grande. The bigger the better, ¿no? Ya con este prólogo presentan al villano principal de turno, un Bane demasiado teatral con su voz particular pero encarnado con fiereza por el ascendente Tom Hardy; no será tan grande como el Joker de Heath Ledger pero representa una amenaza más que corpórea para Batman y para toda Ciudad Gótica.

 Esa probada a la excelencia fílmica de Nolan, a la constante provocación y experimentación del director para lograr escenas que quitan el aliento, se traducen genialmente en el guión, coescrito con su hermano Jonathan Nolan. Cierto es que parecería que la primera hora de la película se encarga de presentar a una decena de personajes nuevos en escena, además de crear la intrincada y casi confusa historia de la tercera entrega. Lo estupendo es que todo tiene un propósito, y como si de una novela de acción criminal se tratase, todas las acciones de los personajes sirven a un bien (o mal) mayor, en una trama sin desperdicio.

 Llegado cierto momento en la historia, en donde ya no hay vuelta atrás, ahí es donde The Dark Knight Rises se convierte en el final tan esperado. La tensión es palpable, todo está en juego, cualquier puede sucumbir por la causa que apoyan, el peligro está a la vuelta de la esquina, la anarquía se ha apoderado de las gélidas calles de Ciudad Gótica... todas las piezas ya están en su lugar y la batalla final está al caer. Aislando ese gran momento es que realmente se destaca lo excelente director que es Nolan para manejar tantos detalles, tantos personajes, tantas caras de una misma situación; no me sorprende, ya que el nombre es sinónimo de calidad.

 Otra asombrosa cualidad del director es aprovechar al máximo del elenco que reunió para esta ocasión. Está el habitual Christian Bale, añadiendo varias capas más a su atribulado Bruce Wayne y cerrnado un trío de actuaciones muy especiales, además de los veteranos y experimentados Michael Caine y Morgan Freeman, que tienen pequeños pero destacados momentos para mí mismos, en particular Caine, cuyos discursos son inductores de lágrimas. Gary Oldman cumple, como es su estilo: el Comisionado Gordon nunca estuvo tan activo como hasta este momento.

 Tres son los actores que se suman a la saga habiendo trabajado con Nolan previamente en Inception: el primero es Hardy, al que le siguen la joven promesa Joseph Gordon-Levitt como un idealista y esperanzado agente policial que hará lo posible para salvar a su ciudad del inminente caos; el tercer eslabón de esta cadena es Marion Cotilliard, que actúa como el otro interés amoroso de Batman y que va cobrando peso en la trama como tal mientras van corriendo los minutos. Tanto Gordon-Levitt como Cotilliard exceden las expectativas, e incluso al joven Joseph se le da una oportunidad francamente alucinante que volverá locos a más de uno.
 Un puntito más se llevan los cameos de los anteriores villanos de la saga (aún sin poder mencionar al Joker), uno de os cuales tiene un papel hilarante y casi trágico, y el otro en una aparición especial que vuelve para atar un cabo importante en la historia de toda la serie.

 Párrafo aparte se merece el mejor papel de este fantabuloso desenlace, y es el protagónico de Anne Hathaway como Selina Kyle. Mucho se dijo y mucho se comentó acerca de introducir al simbólico personaje de Catwoman a la historia, que si iba a encajar o no, todos tenían sus dudas... hasta que Anne aparece en pantalla y se roba todos y cada uno de los momentos en los que aparece. Selina puede parecer frágil, pero es una de sus tantas apariencias para evitar terminar siendo comida de los peces; Anne es elástica, graciosa, sutil, sexy, combativa, multifacética, camaleónica, y hace una dupla con Bale que saca chispas. Hathaway manejó con grandeza un papel que podía ser monotemático y lo rellenó de actitud y nobleza, algo imprecedente en una Catwoman. Aplausos para ella.

 El tono oscuro y sombrío que caracterizó a la saga se hace aún más evidente en esta entrega, un final ambicioso y enorme; por momentos parecería que la construcción de un climax final se extralimitó demasiado y el redoble de tambores no será nada en comparación con esa batalla final, pero Nolan sabe como jugar sus cartas, y la confrontación tarda, pero cuando llega es una lucha sin cuartel por la victoria, y por el entretenimiento en general. Hay combates mano a mano, hay armas, hay hordas de gente peleando, hay motocicletas ultraavanzadas y aerodeslizadores que desafían a la gravedad, pero todo encaja armónicamente en el espectáculo más explosivo que se verá este año, al menos dentro de un plano más realista que el de The Avengers.

 Sin desmerecer a los fuegos artificiales de Nolan, una buena parte del mérito de la epicicidad de The Dark Knight Rises se la merece Hans Zimmer con el maravilloso score que ha pergreñado para esta ocasión; tal parece que Zimmer no se reinventó a si mísmo, sino que utilizó plantillas anteriomente usadas y le subió el volumen, creando una música ambiental feroz y desarticulada, como una bomba, que se ayuda con un cántico de fondo que pone los pelos de punta. Brillante y angustiante al mismo tiempo.

 The Dark Knight Rises es el merecido final de una saga que ya se ha coronado entre las grandes adaptaciones cinematográficas de un héroes enmascarado de todos los tiempos; ambiciosa, estruendosa, mágica, oscura... cualquier adjetivo de calidad le va como anillo al dedo a este ¿final? tan esperado. ¡Nos volveremos a ver, Batman!


Calificación: A

jueves, 12 de julio de 2012

El Sorprendente Hombre Araña (The Amazing Spider-Man)


Año: 2012.
Género: Aventuras.
País: Estados Unidos.
Duración: 136 minutos.
Dirección:Marc Webb.
Intérpretes: Andrew Garfield, Emma Stone,Rhys Ifans, Dennis Leary, Martin Sheen, Sally Fields, Campbell Scott, Embeth Davidtz, Chris Zylka.

"Peter Parker es un marginado estudiante de preparatoria cuyos padres lo abandonaron cuando era niño y fue criado por su Tío Ben y su Tía May. Igual que la mayoría de los adolescentes, Peter trata de descifrar quién es él y cómo llegó a ser la persona que es actualmente. Además trata de encontrar el camino con su primer amor juvenil, Gwen Stacy, por lo que deberán lidiar juntos con el amor, el compromiso y varios secretos.

 Cuando Peter descubre un misterioso portafolio que perteneció a su padre, comienza su misión para entender la desaparición de sus padres, lo cual lo lleva directamente a OsCorp y al laboratorio del Dr. Curt Connors, antiguo socio de su padre. A medida que el Hombre Araña se enfrenta al alter ego de Connors, El Lagarto, Peter tomará decisiones sobre sus poderes que cambiarán su vida y modelarán su destino para convertirse en un héroe."

 Absoluto escepticismo.
 No es que me hayan gustado demasiado las películas sobre el héroe arácnido de Sam Raimi, aunque la segunda entrega de esa trilogía es simplemente excelente,pero escepticismo es la primera sensación que tuve al saber que iban a reiniciar la saga de Peter Parker y compañía. ¿Con qué necesidad? Bueno, realmente una vez más me tengo que tragar mis palabras, porque The Amazing Spider-Man es todo lo que se podía necesitar y más, es una genial historia aderezada con humor, romance, drama y acción es un combo espectacular que le encaja perfectamente al adjetivo que acompaña al título de esta nueva saga que acaba de nacer.

 Ya desde el prólogo podemos ver que la historia está girando a una trama un poco más oculta con la inclusión de los padres de Peter, en una escena corta y muy misteriosa, que sentará las bases para descubrir lo que realmente esconde la familia Parker con su fugaz paso por la pantalla grande, y lo que le deparará el futuro a su pequeño retoño en un par de años. Mas allá de que los lineamientos generales del crecimiento del protagonista siguen iguales, los diez años que han pasado desde la primera entrega han influenciado bastante a aggiornar el costado social del film; Peter sigue siendo un nerd en su colegio, pero el estereotipo se aleja del costado directamente burdo con el que se bastardeaba al personaje; ahora está de moda ser inteligente, es cool, y queda soberbiamente demostrado en este caso.

 Lejos quedaron las épocas de un Peter ganando dinero en luchas libres, lejos quedaron los tíos decrépitos, lejos quedó la damisela en apuros; cuando dicen reinicio de la saga, no están hablando en vano, sino que el guión de James Vanderbilt (Darkness Falls, The Loseres, Zodiac) corrige ciertos aspectos que anteriormente se veían flojos y repetitivos y aumenta la sensación de realismo dentro del universo arácnido.
 Esta versión encaja mucho mejor con la idea de un Peter Parker aún en secundaria (un ámbito muy creíble), con el descubrimiento de los recién adquiridos poderes, con la venganza por la muerte de un ser querido, con adquirir la responsabilidad de proteger al ciudadano,etc. Quizás lo que no funcione es que al último momento se hayan editado ciertos aspectos de la película que deja inconclusos ciertos puntos en la trama demasiados obvios como para obviarlos, pero en resumidas cuentas, la historia sirve, funciona.

 Lo que funciona a las maravillas es un elenco elegido por precisión y que se nota mucho más orgánico que a la versión de Raimi, en donde la edad del elenco en general tenía demasiados dígitos encima como para verse plausible: el Peter Parker de Andrew Garfield es exponencialmente más palpable y querible que Tobey Maguire, encaja perfectamente con el personaje durante sus años de secundaria, mientras que Emma Stone ofrece en su Gwen Stacy una sonrisa radiante, una personalidad luminosa y una contraparte femenina que no anda gritando y siendo atrapada por el villano en todas las ocasiones posibles, sino que acá es una mente pensante con un coeficiente intelecual elevadísimo. Una pareja tremenda y una química notable atan con un moño una pareja estupenda.

 Por el lado de los actores seniors, Rhys Ifans se compromete con un villano que no siempre fue memorable en la historia de Spider-Man pero que sirve a su propósito en esta ocasión, a la vez que Dennis Leary como el Capitán Stacy brinda una interpretación amable; el pulgar arriba se los merecen Martin Sheen y Sally Fields como los tíos de Peter, ambos aportando sus años de experiencia al proyecto de una manera impecable y cada uno con sus momentos para brillar en la pantalal grande.

 Cuando anunciaron que Marc Webb, el director de la popular comedia 500 Days of Summer, creí que realmente se habían vuelto locos, no lo veía como un director capaz de hacer la transición necesaria de un génro al otro, pero realmente me equivoqué (una vez más) al menospreciarlo; Webb entregó todo lo que sabía en cuanto a los momentos interpersonales gracias a su curriculum, y después me dejó boquiabierto con las escuetas pero intensas escenas de acción y persecución; efectos especiales aparte (los cuales son geniales y acordes a un blockbuster de este calibre), el director logró mezclar el drama, la acción y la aventura de una manera estupenda. Una mención también se merece la adecuada banda sonora del maetro James Horner, quien logra transmitir sensaciones encontradas en los momentos requeridos; genial.

 The Amazing Spider-Man es un refrescante reinicio del héroe que todos conocemos, con un elenco nunca mejor elegido, una historia a la cual le quedan varias sorpresas por develar en las oportunas secuelas que faltan, un protagonista carismático e interesante y, en general, un producto apuntado a entretener. Brillante.


 Calificación : B+

miércoles, 4 de julio de 2012

La Última Noche de la Humanidad (The Darkest Hour)

Año: 2011
Género: Horror/ Ciencia Ficción.
País: Estados Unidos.
Duración: 89 minutos.
Dirección:Chris Gorak.
Intérpretes: Emile Hirsch, Olivia Thirlby, Max Minghella, Rachael Taylor, Joel Kinnaman, Veronika Vernadskaya.

"Cinco jóvenes que se encuentran varados en Moscú, luchando por sobrevivir tras un devastador ataque alienígena."

 Otro ataque alienígena y van...
 The Darkest Hour no será recordada por su escasa originalidad, por sus personajes, en realidad, poco y nada se va a recordar de ella, pero no se puede negar su interesante premisa más allá de que los visitantes tienen varias similaridades con otros que ya hemos visto (recientemente) en cines, y el hecho de que es entretenida y muy pero muy pasatista.

 El primero de los puntos que vale la pena rescatar del film es la increíble mezcla que posee el grupo de jóvenes a merced de los visitantes invisibles; nombres como los de Emile Hirsch, Max Minghella y Olivia Thirlby no se ven todos los días en propuestas de este tipo. Mucho no se les da para trabajar en un guión por demás paupérrimo y lleno de huecos en el guión (el más preocupante, la desaparición espontánea de uno de los protagonistas que es demasiado obvia como para no dejarla de lado), cortesía del primerizo Jon Spaiths, quien también tuvo a cargo el primer borrador de Prometheus (y menos mal que Damon Lindelof le dio una repasada, porque si no, no se que hubiese resultado de eso) A pesar de la pobre dimensionalidad de los personajes, tanto la dupla de amigos de Hirsch y Minghella sobresale, a la vez que Thirlby eclipsa a Taylor (ésta última, es la nerviosa y la que comete estupideces durante la pelicula, aunque todos tienen sus cuotas de estupidez) Mención especial para Joel Kinnaman, que dentro de poco pegará el gran salto con el reboot de RoboCop y acá es un joven ejecutivo oportunista que quiere sobrevivir a toda costa.

 Lo destacable de la historia es la pequeña vuelta de tuerca que se le da a los alienígenas, que aparecen cubiertos con una coraza que los hace invisibles y tan sólo se los puede detectar cuando encienden cualquier dispositivo lumínico o electrónico al pasar. Tratar de evadir esta amenaza es básicamente el pegamento que conecta todos los segmentos inconexos que quedan en la trama; como si se tratase de un videojuego, en casa escena se repite el mismo esquema de identificar ítem valioso para la supervivencia, escaparse de los aliens, perder a alguien del grupo...

 Lo entretenido de la película es cuando ciertos sobrevivientes rusos aparecen en escena, y con ellos el factor de averiguar los puntos débiles de los aliens que juegan a las escondidas: sus métodos son bastante ridículos, así como sus atuendos y sistemas de defensa, pero es un condimento extra que definitivamente levanta un producto ya de por sí mediocre y lo deja en un nivel no aprobado pero de entretenimiento pasajero.


 El detalle que más me afectó es ver que el director Chris Gorark eligió seguir la genial Right at Your Door, una película llena de suspenso con una atmósfera muy pesada, con esta película, un proyecto que hace aguas por todas partes y apenas subsiste como algo que uno vería una tarde de lluvia. Los efectos especiales están muy bien orquestados, como esa aurora boreal amarilla que anticipa la llegada desde el espacio exterior, esos tremendos rayos mortales, o el efecto de desintegración de los humanos, muy silimares a los vistos en Guerra de los Mundos de Spielberg. Y si hay veces que no mostrar todo funciona, ésa es una regla que The Darkest Hour no sigue, ya que una vez que se revelan al completo el aspecto de los invasores es tan irrisorio y, digamos, estúpido, que era mejor dejarlos en ese halo de misterio y mortandad que regaban a su paso. Es de buen ver que por una vez, los Estados Unidos no son el escenario principal del ataque, sino que se nos entrega un lugar tan particular como lo es Rusia, en especial Moscú; está genial que por una vez otra población sea diezmada, para variar.

Sí, The Darkest Hour es un desastre, pero al menos tiene ciertos puntos divertidos de su segundo tramo que la redimen. Aunque con un elenco de este tipo y un destino internacional sugerente, el guión y la dirección podrían haber estado a la altura de las circunstancias, de esa manera The Darkest Hour podría considerarse una entretenida entrega de ciencia ficción. Una pena que no haya logrado eso.


Calificación: C+

domingo, 1 de julio de 2012

Choque de Reyes (A Clash of Kings)

"Un cometa del color de la sangre hiende el cielo, cargado de malos augurios. Y hay razones sobradas para pensar así: los Siete Reinos se ven sacudidos por las luchas intestinas entre los nobles por la sucesión al Trono de Hierro. En la otra orilla del mar Angosto, la princesa Daenerys Targaryen conduce a su pueblo de jinetes salvajes a través del desierto. Y en los páramos helados del norte, más allá del Muro, un ejército implacable avanza hacia un territorio asolado por el caos y las guerras fratricidas."

Con la explosiva primera entrega de la saga Canción de Hielo y Fuego en Juego de Tronos, George R. R. Martin ya puso todas sus fichas en movimiento en este juego de ajedrez humano tan dantesco como inolvidable y su secuela, Choque de Reyes, se presenta con una situación particular, que pondrá en alerta a todos los clanes familiaries del Reino del Poniente. La trama sigue siendo tan imponente como nunca, pero ciertos recovecos en la misma no permiten que esta por demás intrigante historia brille como lo hizo en su primera entrega. Vamos parte por parte...

 La historia, ya en su esplendoroso caos de personajes, se enrevesa aún más agregando nuevos puntos de vista  a casi todo el clan Stark, hasta ahora, los portadores de la voz de gran parte de los capítulos. Al introducir a Ser Davos Seaworth es que Martin puede poner un ojo sobre la facción de guerra de StannisBaratheon, y al subir de nivel al joven Theon Greyjoy como narrador justifica otro punto de vista sobre la traición que cierne sobre Invernalia.
 Con esta cuestión de los Reyes declarados, el Reino del Poniente está más peligroso y oscuro que nunca, y con ello sobreviene uno de los problemas notables de la narrativa de Martin, que seguro se verá aún más acentuada en los siguiente libros:  hay tantos personajes y tantos puntos de vista que, lamentablemente, algunos personajes quedan relegados a pocas páginas en el libro, y sus historias no son bien pulidas. Así, ciertos pasajes pueden llegar a aburrir hasta llegar nuevamente a la voz de otro personaje con una historia más jugosa. No me malinterpreten, el libro es fascinante y está repleto de momentos memorables, pero es una vez terminado esta entrega que realmente se puede apreciar el conjunto y todas las problemáticas que hasta este momento el autor ha introducido en la trama.

 Basta decir que, a diferencia de muchas otras sagas fantásticas, Choque de Reyes amerita su longitud. Martin rellena su novela con historia tras historia tras historia, y todas ellas pobladas de algunos de los personajes más carismáticos y finamente realizados que haya visto el género. Más allá de sus excitantes escenas de acción y los agonizantes tramos de suspenso, la historia narrada en las novelas es acerca de seres humanos; pasando los claros bandos entre buenos y malos, todos los personajes tienen sus ventajas y desaciertos, todos tienen sus fallas, y están profundamente demostrados en las diferentes secciones que cada uno tiene, de la cual es protagonista.

 Sin duda alguna, los personajes que más se destacan y generan empatía tanto en la novela anterior como en esta misma son la joven Arya Stark, quien sigue desaparecida en acción para su familia y que emprende un doloroso y aleccionador viaje sobre las crueldades de la guerra, y Tyrion Lannister, el Mediohombre, el favorito declarado de Martin (se nota) a quien se le otorga la pesada distinción de ser el alivio cómico de la historia a la par de una inteligencia que no se ve opacada por su propia codicia, ambición o estupidez. Lamentablemente, mientras otros personajes destacan, otros se van opacando, como la casi aburrida historia de Jon Nieve en sus aventuras Más Allá del Muro, o las desventuras de Daenerys Targaryen en las cálidas tierras de Qarth al otro lado del océano; ésta última tuvo un gran estallido de protagonismo al final de la anterior novela, pero en esta ocasión sus escenas son escasas. Importantes, pero escasas.

 Sobreviviendo a la fragmentada narrativa, Martin golpea el mismo clave nuevamente con Choque de Reyes: un mundo complejo y completamente oscuro, relleno de personajes multidimensionales, que se encuentran trenzados en una lucha orgánica por el poder, que se nota obsoleta y mezquina si se tiene en cuenta las amenazas sobrenaturales que, poco a poco, se van cerniendo sobre las tierras de Poniente.

 Calificación: Muy Bueno