sábado, 7 de abril de 2012

Weekend


Año: 2011.
Género: Drama.
País: Reino Unido.
Duración: 97 minutos.
Dirección: Andrew Haigh. 
Intérpretes: Tom Cullen, Chris New.

"Una noche de viernes, después de una fiesta con sus compañeros heterosexuales, Russell se dirige a un club gay. Justo antes de la hora de cierre se va con Glen. Así comienza un fin de semana - en bares y en habitaciones, emborrachándose y tomando drogas, contandose historias mutuamente y teniendo sexo -  que resonará en sus vidas."

¿Sabes lo que se siente cuando duermes con alguien que no conoces por primera vez? Te conviertes en un lienzo en blanco y te da la oportunidad de proyectar en él lo que quieres ser. Todo el mundo lo hace. Y mientras estás proyectando quien tú quieres ser, se abre una brecha entre lo que quieres ser y lo que realmente eres. Y en esa brecha, se revela lo que te está deteniendo para convertirte en lo que realmente quieres ser.

 Weekend no es sólo una película de corte homoerótico. No es el hecho de que los protagonistas sean homosexuales, cualquier persona en una situación parecida puede sentirse identificado con uno u otro personaje. Bebiendo de fuentes claras como el caso de las icónicas Before Sunrise y Before Sunset, el director y guionista Andrew Haigh firma su segundo largometraje (el primero es Greek Pete, luego de una tanda de cortos) narrando la historia íntima y trágica de dos muchachos que, en un fin de semana, descubrirán muchas cosas sobre ellos mismos.

 Conozcamos a Russell, un chico que se dirige a la casa de sus amigos para pasar una agradable noche de viernes cenando y fumando marihuana. Rusell no habla mucho, es mas bien parco, tal vez escondiendo un motivo secreto para sí mismo. Dicho y hecho, al despedirse de sus amigos, se dirige a un bar gay, un poco incómodo, para tratar de conocer a alguien y pasar una noche acompañado. Ahí conoce a alguien que le interesa, pero no hay interés mutuo, y termina con alguien que no es su estilo. Un corte rápido nos indica que la noche ha terminado, y Russell prepara dos tazas de cafe para, oh, sorpresa, aquel muchacho que no le dio ni la hora al comienzo. Su nombre es Glen, y todavía no sabe el impacto que tendrá ese encuentro tanto en su vida como en la de Russell.

 Russell es una persona reservada, que acepta su homosexualidad pero que no la anda gritando al viento; Glen es un artista que no le teme a la vida, con un peculiar sentido del humor y con las cosas en claro. Glen tiene un experimento en mente, y necesita grabar la experiencia de este encuentro en las palabras de Russell. Al principio, parece una estupidez, pero de a poquito los nudos comienzan a desatarse y los verdaderos sentimientos de cada uno comienzan a aflorar.

 Weekend muy pocas veces sale del encierro del departamento de Russell (la casa de su mejor amigo, unos cuantos bares, una feria de carnaval) porque elige enfocarse en los espacios cerrados, donde tienen lugar estas largas conversaciones que exploran  los problemas relacionales de cada uno. El guión de Andrew Haigh les da múltiples dimensiones a estas dos almas en pena, a la vez que la dirección se centra en un foco intimista y los sigue bien cerca, para no perder detalles, pero también para sentirse aún más cercanos a los muchachos. Hay escenas de sexo casi explícito, pero hay una poesía y una armonía dentro de ese caos que mesmeriza.

  El estandarte fuerte de Weekend son las maravillosas actuaciones por parte de Tom Cullen y Chris New,  el primero quien le aporta una apatía natural y una frescura a su Russell, y el segundo quien tiene a su cargo al firme pero sensible por debajo de esa superficie dura Glen. Juntos tienen una química palpable, a flor de piel, y no le temen a nada, ya que el nivel de contacto físico al que llegan es para aplaudir de pie. Se sabe que New es gay en al vida real, pero si Cullen no lo es, más aplausos todavía. Mas allá de este detalle, y volviendo a las aptitudes actorales del dúo, es la última escena en la que demustran todo su afecto que no se puede evitar los ojos llorosos. Sos potentes, de verdad lo son, y junto a la maestría de Haigh, se elevan aún más.

 Weekend es una mirada íntima y profunda no sólo a una relación homosexual, sino a cualquier relación en la que haya un conflicto o varios a resolver, como cuando dos personas cargan diferente equipaje emocional y las ideas y realizaciones de cada uno entrechocan. Tan simple como tan conmovedora.


Calificación: A

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