sábado, 31 de diciembre de 2011

¡Ciao 2011!

 Otro año más que se nos escapó volando. No puedo creer que ya estemos en el último día de 2011, los días se me escaparon de las manos prácticamente.

2011 fue un año raro para mí. Raro porque no lo sentí tan combativo para conmigo como lo fue el 2010, y aunque tuve tropezones fueron los menos que los más. Tuve momentos imperdibles así como tuve momentos tristes de despedidas que no me hubieran gustado hacer, pero como ya le dije a esa personita tan especial para mí, 'No te vas de esta serie que es mi vida, vas a hacer apariciones especiales'.

  Personalmente, creo que avancé un poco más y no me veo tan fracasado como el año pasado, creo que logré un par de cosas por las que estoy orgulloso de haber invertido tiempo y esfuerzo, y sé que en el futuro me reportarán igual o más felicidad y placer que lo que ya lo hacen. Estoy orgulloso, por ejemplo, de participar de la plantilla de escritores que posee Cinéfiloz, una plataforma de cine que poco a poco creó un mosaico étnico y me conectó con gente de otros países. Día a día la página va creciendo y cada vez nos visita más gente: algo bien debemos estar haciendo. Desde ya, le agradezco enormemente a Manu por haberme permitido trabajar codo a codo (virtualmente) con él y por confiar en mí.

 Plano universidad: en un momento en el que creía que iba a tirar todo por la borda, las cosas mejoraron. Mea culpa, no voy a decir que trabajé duro para lograrlo, sino que algunas fichas cayeron en su lugar y pude progresar. Ya sé que siempre prometo que voy a mejorar el año que viene, que voy a estudiar más, pero esta vez, I mean it, si no lo hago... Esto es go big or go home. Aunque me falta mi otra mitad para apoyarnos mutuamente todos los días, estoy rodeados de compañeros y amigos extraodrinarios, así que juntos saldremos adelante.

 Me faltan pulir un par de detalles en mi vida personal, sé que en algún momento lo tendré que hacer, pero todo a su tiempo, ya va a llegar, no desespero. Bueno, sí, mis amigos no me dejan mentir, he desesperado un poco durante el año, pero es la sal de la vida, ¿no?

Y acá estoy, pensando previamente 'No, no voy a escribir un último adiós al 2011' pero lo hice, y me descargué de lo lindo. ¡Gracias 2011, no te extrañaremos (tanto)! Ahora recibamos con un abrazo al 2012 y todos los misterios y sorpresas que nos trae.

SEE YA IN 2012!

viernes, 30 de diciembre de 2011

Lucksaw's 2011 Top Ten

 Otro año más y no puedo creer que este año haya terminado tan rápido. El 2011 fue un goce visual con secuelas a diestra y siniestra y las siempre bien recibidas joyitas inesperadas, hubo más sorpresas que decepciones, incluso entre los tanques Hollywoodenses que llenaron las pantallas de los cines.

 Nuevamente, estoy en la incómoda y triste posición de decir que debido a os tejes y manejes de las distribuidoras me he quedado sin verme películas como The Girl with the Dragon Tattoo, Mission: Impossible - Ghost Protocol, War Horse, Hugo o las que más destilan Oscars en su trama, como Shame, The Iron Lady, We Need to Talk About Kevin o Young Adult, películas que algunas entraban directamente en este conteo u otras que tenían todas las chances de poder entrar. Con el tiempo podré verlas, pero me siento menos mal conmigo mismo al aclarar que podrían haber tenido un lugar acá.

 Bonus Track/DVD - The Woman: la retorcida mente del escritor americano Jack Ketchum (un tipo al que el propio Stephen King venera) se une a la oscura psique del director Lucky McKee para armar uns historia donde los recovecos más inhóspitos y peligrosos de la mente humana quedan al descubierto. No todos los monstruos viven en los bosques, y las mayores fechorías de la película las cometerá un aparentemente correcto abogado de familia que tiene más de un oscuro secreto en su patio trasero. Impecablemente interesante y peculiarmente violenta.

 Número 10 - Final Destination 5: La fatídica The Final Destination sería el colofón de esta saga sobrenatural. Irónicamente,  la película resultó un fiasco en calidad, pero fue la que mayor recaudación de las películas tuvo. Dos años después, Final Destination 5 llegó a los cines, y nadie daba un peso por ella... irónicamente, terminó convirtiéndose en la secuela más espectacular desde la primera entrega. Con una escena premonitoria extensa, dolorosa e impresionante (uno de lo saccidentes mejor orquestados de la saga) Final Destination 5 se encargó de desarrollar una trama interesante y llenar el metraje con muertes llenas de suspenso en situaciones cotidianas: ya nunca vas a mirar con los mismos ojos una rutina de destreza, una cirugía láser o una sesión de acupuntura. Cuando creí auqe ya estaba todo perdido, la saga ha ganado mi corazón nuevamente.

Número 9 - Rise of the Planet of the Apes: Nadie en su sano juicio pensaba que una precuela a la icónica Planet of the Apes funcionaría. Luego del mal sabor de boca que originó la remake de Tim Burton en 2001, los monos estaban fuera de escena, hasta que el simio Caesar dejó a todos callados con una historia en la que por una vez, el protagonista no es un humano, sino el villano. El trabajo de Andy Serkis dandole vida a Caesar es tan impresionante que están bogando para que le dan una chance en la próxima entrega de premios Oscar, chance más que merecida ya que se ha ganado el reconocimiento. Habiendo sido recibida unánimemente por el público y la crítica, las secuelas se están haciendo pedir... ¿será que las tendremos?

 Número 8 - Super 8: Si uno remueve de los créditos a JJ Abrams y lo pone a Steven Spielberg como director, nadie se daría cuenta del cambio, ya que Abrams ha logrado emular perfectamente lo que es el cine de aventuras del tío Steven con Super 8, un film lleno de nostalgia con claras referencias hacia el cine temprano de Spielberg. Las relaciones interpersonales entre los protagonistas y su familia encajan perfectamente con el misterio alienígena en el que se ven inmersos los jóvenes de turno, sumado a las tensas escenas de suspenso y las impresionantes escenas de acción, cortesía del incurable JJ. Si extrañás The Goonies e E.T, Super 8 te va a ahcer revivir esos momentos.

Número 7 - Paranormal Activity 3: Tras levantar polvareda con la primera entrega y dormirse en los laureles con la segunda, la saga paranormal más famosa de los últimos años regresa fuerte para volver en el tiempo y contarnos cómo se originó la terrible persecuta sobrenatural de la familia de Katie y Kristi. Fuerte en mitología y fuerte en escenas no aptas para cardíacos, Paranormal Activity 3 ocupa un digno lugar junto a la original en cuanto a escenas infartantes, ya que los quince minutos finales son lo más escalofriante que me toco ver este 2011.

Número 6 - Scream 4: Once años tardó en regresar la saga que pateó el tablero del género y se burló del mismo, pero acá estamos, el equipo a vuelto a las andadas y Ghostface se calza la máscara una vez más para atacar. Elevando la apuesta en esta nueva década, el nivel de autosuficiencia y de crítica hacia un género bastardeado por las remakes y secuelas, Scream 4 logra reírse de todas ellas y de sí misma sin perder el rumbo nunca y, quizás, con el/los villano/s con una agenda siniestra más que entendible. A medio camino entre la nostalgia de volver a ver al grupo de vuelta y la necesidad de darle un empujón más a la saga, Wes Craven y compañía han logrado la mejor secuela de la saga.

 Número 5 - X-Men: First Class: Los mutantes necesitaban una lavada de cara después del polémico capítulo final de la trilogía y de la tibia recepción que tuvo la historia en solitario de Wolverine. Nunca pensamos que obtendríamos tanto: First Class es una de las mejores historias de ciencia ficción del año, rellena de personajes que ya conocíamos pero puestos bajo otra luz, vistos desde otra perspectiva y conociendo sus costados más brillantes y también los más oscuros. Acompañando a este excelente estudio de carácter, tenemos una atrapante historia de aventuras y acción, en donde no faltan las lecturas de mentes, las ondas láser y el metal retorcido. La secuela, más que obligatoria.

 Número 4 - Drive: Una de las experiencias más inesperadas, hipnóticas y sugerentes que vi este año. Manejada (sic) por una inspirada y destructora actuación de Ryan Gosling,  Drive es una pequeña gran historia: tensa, arrítmica, particular, no hay palabras para expresar lo brillante que es esta película, y lo mucho que provoca en el espectador. Con un elenco muy bien conformado, el director Nicolas Winding Refn es una fuerza a tener en cuenta en Hollywood.

 Número 3 - The Help: Tomando como punto de partida la racia ocurrida en los años sesenta en Estados Unidos, el director Tate Taylor se inspira en el libro de Kathryn Stockett para ponerse en la piel de una joven escritora que se une a dos veteranas criadas negras para contar la historia de sus vidas y lo que significa ser criadas de los blancos. Con grandes dosis de humor y drama, The Help cuenta una historia de injusticias y desprecios con una mirada cálida y atenta y, claro, con las poderosas actuaciones de Viola Davis y Octavia Spencer, ambas material directo para los Oscars 2012.

 Número 2 - Bridesmaids: La comedia no es lo mío, usualmente paso de largo cuando estrenan una, pero Bridesmaids fue diferente, y para cuando transcurrieron los primeros diez minutos, ya estaba enamorado de ella. Quizás fue por la hilarante trama, quizás fue por la magnética interpretación de la fabulosa Kristen Wiig, pero además de ser LA comedia del año, y probablemente LA comedia de los últimos años, Bridesmaids se ha convertido en una de mis favoritas de todos los tiempos. Los diálogos son estupendos, los personajes secundarios son maravillosos (la robaescenas de Melissa McCarthy es simplemente indescriptible), las escenas de comedia están contrastadas soberbiamente con los momentos de drama, todo confluye armoniosamente en esta perfecta comedia.

 Número 1 - Harry Potter and the Deathly Hallows: Part 2: No sólo es el final de una extensa pero excelente saga, sino que es el final de algo más, algo simbólico: es el final de un viaje para mí como para millones de jóvenes que crecimos con la historia de un joven mago destinado a la grandeza. La segunda parte de este episodio tuvo un impacto mayor que la primera porque significó el final absoluto, y porque tuvo las escenas más esperadas que muchos ansiaban ver desde que terminaron el libro en 2007. Siete libros y siete películas nos trajeron hasta este final, una despedida emotiva, triste, llena de adrenalina y lágrimas. ¡Hasta siempre, Harry Potter!

Así que aquí estamos, llegamos al final de este conteo. Siéntanse libres de comentar, despotricar, insultar, remarcar y demases en los comentarios. Con gusto los escucharé a todos. Y esperemos que el Top Ten del 2012 no me sea tan difícil de elegir como lo fue éste.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Todo Oscuro, Sin Estrellas

 Con los años, la prosa de Stephen King se vuelve más puntillosa, más perfecionada, más malvada y más emotiva. Los años no vienen solos para el Tío Steve, y en cada libro nuevo demuestra porqué es el Rey del Horror. En Todo Oscuro, Sin Estrellas, le bastan 4 historias cortas para llevarnos por cuatro viajes repletos de emociones, historias en las cuales el común denominador son personajes comunes, con vidas comunes que son empujados a situaciones extraodinarias. Pero vamos, entremos a este mundo en donde todo es oscuro, y sin estrellas...

 1922: La primera novela corta del libro es una confesión extendida de como un simple granjero comete las peores decisiones de su vida y arrastra consigo a su hijo de quince años; en el afán de guardar para sí la granja familiar, al contrario que su pérfida esposa, que quiere venderla a una gran empresa e irse a la gran ciudad, Wilfred James orquesta la muerte de su esposa, para lo cual necesita la ayuda (y el silencio) de su vástago. La sabida muerte llega, pero lo importante de la historia es lo que sucede luego del brutal asesinato, y cómo afecta a los sobrevivientes, que enfilarán directo hacia la locura. Quizás no sea la nouvelle que más se destaque dentro del libro, pero 1922 aporta un vistazo a lo que debió y debe sentirse vivir en el medio de la desolación. Por supuesto, el sello de horror King está presente y el final es escalofriante.

Camionero Grande: La sorpresa grande. Nunca hubiera esperado que un cuento basado en el rape & revenge (violación y venganza) fuera tan preciso, descomunalmente emotivo y que se pudiera empatizar tanto con la protagonista, una amable escritora de novelas de suspenso que es violada y mancillada brutalmente por un camionero en el medio de la nada, para sobrevivir por los pelos y luego emprender su propia venganza. Lo más chocante de la historia es la morbosidad con la que Stephen cuenta todos los pasos del brutal ataque de Tess (aunque siendo un lector veterano de King, estoy acostumbrado a ello) y, por otro lado, la cantidad de referencias al género del horror que hace al autor. Stephen no es un autor que se quede anticuado y mete todos los detalles de última moda, como el uso de Twitter, GPS, Firefox, etc: su prosa no queda obsoleta en el tiempo, es bastante actual. También nos da un vistazo interno a lo que debe ser la cabeza de un escritor, ya que Tess, luego de su percance, se inventa voces que la ayudan a dar sus siguientes pasos; ojo, no es que está loca, sino que se inventa voces para exteriorizar su estado mental actual. Camionero Grande es mi favorito de esta antología.

 Una extensión justa: el relato más corto pero no por eso el menos intenso. Harry Streeter es un hombre de mediana edad que tiene una familia normal, pero un cáncer mortal le está quitando la vida poco a poco. Por esos fortunios de la vida, se cruza con el Diablo en persona (nada de Elizabeth Hurley esta vez, sino un viejo que vende chucherías al costado de la autopista) que le ofrece revertir su suerte y pasársela a alguien que odie profundamente. El beneficiario es su mejor amigo, al que todo le fue excelentemente bien en la vida y hasta se llevó la que podría haber sido la mujer de sus sueños. El Diablo está en los detalles, y la vida de uno y del otro dará un vuelco espectacular en una historia que se disfruta cual placer culpable. La frase final cierra brutalmente una historia que quedará para la posteridad.

Un buen matrimonio: En la historia final de esta recopilación, un matrimonio de casi treinta años se viene abajo en un santiamén cuando la esposa se cruce inadvertidamente con el pequeño escondrijo de su marido en el garage. Darcy así deberá repensar toda su vida de ensueño con una persona tan puntillosa que nunca dejó entrever lo que estaba por debajo de la superficie. Tenemos en Un buen matrimonio el relato más íntimo de cómo uno puede salir adelante con una persona a la que creía conocer no es quien dice ser. No se puede tirar la vida por la borda en un solo segundo, y las decisiones que toma la protagonista son difíciles, pero justificadas. Una narración madura y que pocas veces se encuentra entre la prosa de Stephen cierra con un moño estas historias geniales.

 Con la extensa La Cúpula (leer reseña aquí) y Todo Oscuro, Sin Estrellas, Stephen King sabe que todavía tiene la chispa para atrapar al lector en sus novelas únicas y malvadas. No puedo esperar a ver que se trae entre manos con 11/22/63

 Calificación: Muy Bueno

lunes, 26 de diciembre de 2011

Secretos de estado (The Ides of March)

 Conocida también como 'Los Idus de Marzo' ó 'Todo por el poder'

Año: 2011.
Género: Thriller.
País: Estados Unidos.
Duración: 101 minutos.
Dirección: George Clooney.
Intérpretes: Ryan Gosling, George Clooney, Phillip Seymour Hoffman, Paul Giamatti, Marisa Tomei, Geoffrey Wright, Evan Rachel Wood.

"Un miembro del staff de un futuro candidato a presidente de los Estados Unidos recibirá un curso intensivo sobre 'política sucia' durante su participación en la campaña electoral."

Que la política no me interesa, no es para nada nuevo, realmente la detesto y  si a veces tengo un pequeña motivación para entender los engranajes que mueven al país, termino rápidamente volviendo a mis anteriores pensamientos cuando veo toda la malversación de los más poderosos para conseguir un poco más de poder.
Secretos de Estado (traducción interesante de la críptica The Ides of March) es un intrigante vistazo a los tejes y manejes dentro de una campaña política, y demuestra cómo los políticos no distan tanto de esas traicioneras chupadoras de sangre que lo hacen todo para conseguir un marido con dinero y poder.

 George Clooney vuelve al estrado directorial y toma la historia teatral de Beau Willimon para narrar la historia de Stephen Meyers, un extremadamente joven vicepresidente de campaña para el candidato a presidente demócrata, el gobernador Mike Morris (un apático pero fuerte y tenebroso George Clooney) . La fuerza de convicción con la que trabaja Stephen al lado del veterano jefe de campañas Paul Zara (el usualmente brillante Phillip Seymour Hoffman) es increíble aparte de contagiosa, ya que todos quieren trabajar alrededor suyo y, en palabras del jefe de campaña de la oposición, hasta los que lo odian lo aman. Y, claro, Stephen es un buenmozo de aquellos, así que no tardará mucho en verse enredado con una de las participantes femeninas de la oficina.

Los tires y aflojes en la campaña parecen ser los usuales, y el candidato Morris tiene chances de convertirse en candidato oficial si consiguen el apoyo de un senador algo inescrupuloso. Todo marcha sobre ruedas hasta que la catástrofe sucede: el positivo Stephen se entera de un oscuro secreto acerca de su idolatrado candidato, un secreto que lo pone en una situación nada provechosa. Teniendo una moralidad impecable, ¿que hará? ¿Se lo contará a la prensa y destruirá su carrera presidencial? ¿O se quedará callado y apoyará a un mentiroso hacia la banca de Estados Unidos? El tiempo se le escapa cuando poco a poco lo quieran borrar de la campaña de un plumazo, algo por lo que ha trabajado toda su vida, y eso sí que no va a permitir que le arrebaten...
 Si hay algo en lo que se destaca soberbiamente Secretos de Estado es en el tránsito que hace durante la película el ya inclasificable Ryan Gosling: comenzando con un joven lleno de vigor, idealista y carismático qu terminará su viaje enlodado, metafóricamente hablando, oscuro y corrompido. Las interacciones que más dan a reconocer estos estados son, primero, la charla en el restaurant con la interna Molly (la siempre hermosa Rachel Evan Wood), una escena donde el flirteo está a la orden del día y hasta resulta encantadoramente atrevida; y luego, los momentos de Gosling con Seymour Hoffman y Clooney, en donde la desesperación del personaje de Gosling se siente a través de esos ojos desvalidos y llenos de miedo y frustración.

Tal cual lo fuera Doubt hace unos años con Meryl Streep, Secretos de Estado es un film que sin grandes actuaciones no sería nada, ni sería tan atractiva para el ojo del espectador medio: tras que la trama política puede desalentar a más de uno y las vueltas maquiavélicas de la historia pueden quedar perdidas en el camino, es una película que no se destaca ni por la sobria dirección de Clooney ni la nada especial banda sonora. Es para tener en cuenta el guión, autoría del mismo Clooney, el mismo Willimon y Grant Heslov, y los grandes actores involucrados, como el retorcido jefe de campaña que personifica Paul Giamatti o la entrometida reportera compuesta por una Marisa Tomei más que particular: admito que es una de las actrices más odiadas por quien les escribe porque nunca le pude encontrar la vuelta a su actuación, pero acá me cerró la boca con una reportera que busca la primicia a toda costa moviendo sus influencias.

 Secretos de Estado puede que no sea para todos, pero aquellos abonados a los thrillers políticos encontrarán uno particulrmente atrapante y con un puñado de excelentes actuaciones. Correcta sin más.


Calificación: B

viernes, 23 de diciembre de 2011

Red State

Año: 2011.
Género: Horror.
País: Estados Unidos.
Duración: 88 minutos.
Dirección: Kevin Smith.
Intérpretes: Michael Angarano, Kyle Gallner, John Goodman, Melissa Leo, Michael Parks, Kerry Bishé, Nicholas Braun.

"Tres amigos se encaminan una noche hacia el pueblo de Cooper's Dell para encontrarse con una mujer adulta, con la promesa de tener sexo con los tres a la vez. Una vez allí, descubren de la peor manera que han caído en una trampa pergreñada por un predicador enloquecido, Abin Cooper, con el que conocerán un nuevo significado de lo que es 'fundamentalismo extremo'. 

 Durante años, el nombre de Kevin Smith ha ido escuchandose cada vez más recientemente en los circuitos de cine independiente desde que apareciera en el panorama con la comedia Clerks en 1994. De aquel tiempo hasta ahora, no ha sido la única comedia que ha hecho, tanto de bajo presupuesto como comedias para estudios grandes. Durante años se barajó que Smith incorporase a su filmografía una película de horror, y es por eso que Red State existe... cuando no tendría que existir, ya que sencillamente es uno de las películas que no merecen pertenecer a la categoría Horror.

 Lo que empieza cual secuela directa a video de la saga American Pie acaba derrapando hacia un panfleto religioso extremista/ una película de acción. Tres amigos de secundaria encuentran a una calenturienta mamacita vía Internet que quiere tener sexo con los tres al mismo tiempo. Pensando con la cabeza de abajo y no la de arriba, los tres jóvenes ni siquiera se percatan de que esta mujer vive en Cooper's Dell, lugar donde se encuentra la iglesia fundamentalista Five Points Trinity, que ha ganado reputación gracias a apersonarse toda su congregación en cualquier lugar en donde haya actividad homosexual (el último caso, el funeral de un joven gay) Una noche, el trío de amigos se embarca en su viaje. Shit happens.

 Si algo le tengo que criticar a Red State, es su total falta de compromiso para con la idea de terror que pretende aludir. Está bien, tenemos este cuasi pseudoculto que no tolera la homosexualidad y masacra hombres gays sin piedad, bien. La película, en vez de jugar con el miedo y la tensión de la situación en la que los protagonistas se ven involucrados, apenas tiene un punto álgido (el discurso/monólogo del reverendo Cooper) para establecer dicha trama, pero después desbarranca con la entrada en escena de un comando policíaco que pretende atacar a los religiosos atrincherados y armados con un arsenal impresionante. Y eso, la trama es ESO básicamente. ¿Alguno le ve el horror a eso? Casi al final hay una escena que te pone los pelos de punta por lo que implica, pero por motivos de presupuesto Kevin Smith no siguió esa línea que podría haber dado más frutos en su aclamado vuelque hacia el horror. Es un disparate casi sin sentido.

 El elenco no tiene la culpa de verse inmerso en la trama violenta del señor Smith, ya que los veteranos Michael Parks y la ganadora del Oscar Melissa Leo cumplen unos papeles fascinantes como el guía espiritual de esta iglesia ultraconservadora el uno y como una de sus tantas fieles seguidoras la otra. Aunque pomposos y llenos del alarde del director/guionista, los monólogos de Parks meten miedo frente al fervor religioso que ciega al pastor Cooper. El trío de chicos están bastante correctos, cuando no se la pasan gritando fuck esto y fuck aquello: si la manera de dimensionar a sus personajes es ponerlos a maldecir todo el tiempo, que alguien le diga a Smith que no funciona (algo similar le pasó a Rob Zombie en Halloween II y su malhablada Laurie Fuck Strode) Rescato también a John Goodman como el acomplejado jefe de la unidad dispuesta a acabar con la iglesia muy a su pesar, pero órdenes son órdenes.

Red State ya venía sin mucha pinta de película de horror con tan sólo ver el trailer... y fue mucho peor.Que los dioses antiguos no le permitan a Kevin Smith caer de nuevo por el género; quoteando una frase de Scream 4: 'Esto no es una comedia, es una película de horror'. Yo básicamente no le vi lo gracioso.


Calificación: D+

sábado, 17 de diciembre de 2011

Hostel: Parte III (Hostel: Part III)

Año: 2011.
Género: Horror.
País: Estados Unidos.
Duración: 88 minutos.
Dirección: Scott Spiegel.
Intérpretes: Brian Hallisay, Kip Pardue, John Hensley, Thomas Kretschmann, Sarah Habel, Chris Coy, Zulay Henao, Skyler Stone.

"Mientras asisten a una despedida de soltero en Las Vegas, cuatro amigos se ven atraídos por dos hermosas acompañantes para unirse a ellos en una fiesta privada fuera del centro de la ciudad. Una vez allí, su situación cambiará abruptamente al encontrarse sujetos de un perverso juego de torturas, donde los miembros del Club de Caza de Élite es anfitrión de la serie de eventos más sádicos de la ciudad."

  Por defecto, las películas producidas directamente a video son pálidas copias de (a veces) no tan buenas películas para comenzar; la serie Hostel, ideada por la perturbada mente de Eli Roth, gozó de cierta popularidad durante 2005 - 2007 en el auge de la pornotortura. Cuatro años después, la saga arriba al DVD y el resultado, aunque carente del efectismo de las precursoras, tiene ciertos detalles fieles al descalabro made in Roth.

En la primera Hostel, conocimos a un par de amigos americanos vagando por tierras europeas en Eslovaquia; en la segunda, fue un trío de desafortunadas americanas en el mismo emplazamiento geográfico que los muchachos, en Hostel: Parte III, un elenco masculino vuelve a ser el centro de atención y (quizás por impredimentos con el presupuesto) dejamos de lado los tormentos europeos para visitar la sucursal americana, emplazada nada más y nada menos que en Las Vegas, la Ciudad del Pecado propiamente dicha.

 En este pequeño grupo fiestero tenemos al prometido, al mejor amigo del futuro novio, el fiestero casado y cansado de estar casado y el pseudointeligente del grupo, que es un minusválido. En el camino se cruzan con dos acompañantes de lujo y juntos emprenderán el tortuoso camino que les depara la ciudad que nunca duerme, y está más que claro que los seis no llegarán hasta el final de la película.

 El productor devenido en director Scott Spiegel, junto al guionista Michael Weiss tomaron las bases precedentes de la saga, la trajeron hasta territorio estadounidense y le dieron un par de giros a la trama básica para que la película no se sienta un calco más de la original y la secuela. Obviamente, tenemos al club macabro que organiza toda la matanza y sus clientes sedientos de sangre y de torturas originales, pero hay nuevas incorporaciones que le rinden un sangriento homenaje a la ciudad en la que se encuentran: cada asesinato tiene una platea preferencial, la cual puede apostar bajo qué elementos sucumbirá el desafortunado participante, así como también puede anticipar las súplicas del mismo.

El giro también pasa por saber cómo han sido atraídos hacia el Club de Caza, ya que no todo es tan obvio como parece, y de fondo hay una razón que desde hace rato viene siendo recurrente en el cine, razón que no voy a develar. Pero, por más que haya disfrutado de las nuevas incorporaciones a la trama, me di cuenta de que hay demasiados huecos en la trama como para dejarlos pasar, algunos tan obvios que me hacen pensar que a la película la filmaron a las corridas, como infantes emocionados. Tales licencias en la trama, sumadas al presupuesto no tan agraciado como en la anteriores entregas, hacen que la película falle en lugares donde no tendría que fallar: aunque algunas muertes son al menos interesantes y están bien planteadas, hay otras que simplemente son idiotas (la escenas de las cucharachas es calamitosa) o directamente dejan con ganas de más (la primera muerte: necesitabamos un acercamiento, por amor de Dios!)

 Mejor ni hablar del elenco, bien bien básico si bien los protagonistas hacen lo que pueden (Hallisay, Pardue y Hensley) mientras que los demás, cartón corrugado; inclusive el villano de Thomas Kretschmann se siente descafeinado.

 Las falencias también pasan por los efectos CGI mal acomodados, que directamente no aportan nada a la trama y son demasiado obvios; no todo necesita ser tan obvio o cutre cuando es directo a DVD. Hasta ahora, la productora Stage 6 (subsidiaria de Sony Pictures, se dedica a hacer secuelas en DVD de las lanzadas en cines) al menos este año hizo un correcto trabajo con la secuela Quarantine 2, y creo que de haberse tomado un pelín más en serio Hostel 3 trascendía la línea de la mediocridad que establecen las secuelas DVD aunque no cae en la más baja calaña.

Hostel: Parte III es bastaaante interesante; si uno sobrepasa las obvias limitaciones de esta secuela y tiene las expectativas bajas, la puede disfrutar realmente.


Calificación: B-

domingo, 4 de diciembre de 2011

11-11-11

Año: 2011
Género: Horror.
País: Estados Unidos - España.
Duración: 90 minutos.
Dirección: Darren Lynn Bousman.
Intérpretes: Timothy Gibbs, Michael Landes, Wendy Glenn, Denis Rafter, Lluís Soler.

"Después de la trágica muerte de su mujer y su hijo, el afamado autor norteamericano Joseph Crone viaja a Barcelona para reunirse con su hermano Samuel, un cura que se encuentra postrado en una silla de ruedas, y con su padre Richard, que se está muriendo. Sin embargo, el destino tiene un plan distinto para él. Joseph empieza a sufrir una serie de pesadillas y visiones relacionadas con la aparición constante del número 11:11, un fenómeno que se verá entrelazado con una serie de extraños sucesos que llevan sucediéndose en la iglesia lindante a su vivienda.

 La inminente llegada de esa fecha y el presentimiento de que traerá desgracias mayores sobre los miembros de la familia de Joseph, creará una situación cargada de una insostenible tensión dramática en la que todo se desarrollará de un modo impredecible. Joseph pronto se dará cuenta de que 11/11/11 es más que una fecha… ¡Es una advertencia!"

 Luego de demostrarse como un director a seguir dentro del género del horror con las dos brillantes secuelas Saw II (reseña) y Saw III (reseña) y la entretenida cuarta entrega en Saw IV (reseña), Darren Lynn Bousman supo que tenía que reinventarse y dejar de lado la porno-tortura y crecer como cineasta. El aún no estrenado thriller y remake Mother's Day da fé de ello, y la película que nos ocupa también, 11-11-11, un giro inesperado del director hacia el terror conspirativo y religioso más puro con más baches que otra cosa, eso sí.

En un prólogo más que escabroso, asistimos a una de las pesadillas comunes del autor de novelas Joseph Crone: la muerte de su mujer e hijo en un terrible incendio, cuya naturaleza se revela más adelante en la trama. Angustiado y navegando sin sentido por la vida, Joe asiste a una especie de ¿Viudos Anónimos? pero poco y nada recibe a cambio; su vida es una espiral de sufrimiento y dolor. Por esas casualidades del guión, su padre agoniza en España y debe acudir al llamado de su familia, en donde se reune con un hermano Samuel,  religioso al igual que su padre. Joseph, ateo fervorosamente, no sabe que la religión jugará un papel importante en su estadía en Barcelona, mientras la temida fecha del 11 de Noviembre de 2011 se acerca.

 En un plano similar al manejado en 2007 en El Número 23 con Jim Carrey, 11-11-11 se vale de la superstición númerica para crear una historia de misterio con muchos toques religiosos; sustos los hay a granel, algunos más obvios que otros pero el impacto es el mismo, ya que esas criaturas encapuchadas surgen en los momentos más incómodos e inesperados, tanto de noche como a plena luz del día, pero lo que falla realmente en la historia es esa necesidad de repetir una y mil veces la historia alrededor de los números y enlazarlo con el cariz religioso. Si hay que contar todas las veces que los personajes se reprochan el grado de creencias de uno y la falta de otro, la gracia de la trama se pierde totalmente. Sí, es obvio que el protagonista ateo y no creyente terminará creyendo al final pero, ¿era necesario hacerlo tan obvio?

El elenco, liderado por el relativamente desconocido Timothy Gibbs, cumple a duras penas queriendo sobreexistir por encima de los típicos clichés del género: el hermano del protagonista que es todo lo opuesto a nuestro héroe, la piba de turno que olvida que el marido murió hace poco y le tira los galgos al escritor, siguiendolo hasta España sólo porque 'lo vio muy obsesionado con los números'. De yapa, el padre moribundo que habla a través de vaticinios (y cuyo aspecto grisáceo mete miedo) y la vieja ayudante de la familia tienen momentos desafortunadamente graciosos que no encajan en el marco de la trama. Son alivios cómicos imprevistos.

 Mi sorpresa principal radica en la dirección de Darren Lynn Bousman, que se alejó totalmente de todo el desperdicio de sangre de las Saws y brinda un film lleno de saltos y arranques musicales inducidos, una fotografía bien compuesta y, por supuesto, los toques de edición rápida que son su marca registrada ya. Bousman también escribió la película, y creo que el final que abordó estuvo lejos de aquellas revelaciones finales en los juegos de Jigsaw que tanto gustaron a la audiencia: al promediar las escenas finales (y con edición recapitulatoria de por medio) se nota que el director quiso hacer algo diferente y el final simplemente no encaja con el resto de la película, no tiene mucho sentido, crea agujeros en la trama difíciles de cerrar y, en general, no está al nivel de la trama en sí.

A simple vista, 11-11-11 es el peor producto de los que ha manufacturado Darren Lynn Bousman, lo cual no quiere decir que sea completamente malo, sino que está lejos de lo que, sabemos, es la capacidad de este joven director. Una pena, porque aunque Bousman está madurando con los años, a ésta película le faltó un toque de horno...


Calificación: C+

sábado, 26 de noviembre de 2011

Drive

Año: 2011
Género: Thriller.
País: Estados Unidos.
Duración:  100 minutos.
Dirección: Nicolas Winding Refn.
Intérpretes: Ryan Gosling, Carey Mulligan, Bryan Kranston, Albert Brooks, Christina Hendricks, Oscar Isaac, Ron Pearlman.

"Driver es un conductor doble de riesgo por el día y un conductor para fugas por la noche. Pero no importa el trabajo que tenga que hacer porque Driver se siente siempre a gusto detrás del volante. Shannon es mentor de Driver a la vez que su jefe. Desde que se dio cuenta del talento de Driver al volante, le busca directores de cine y televisión para sus películas o criminales que necesiten al mejor conductor para sus fugas, llevándose una comisión en ambos casos. Pero el mundo de Driver cambia el día que se encuentra con Irene y su vida de un giro peligroso..."

 Drive es una historia bien contada. Aunque su temática parezca en un principio trillada, lo que hace que la película se destaque son los matices que su director Nicolas Winding Refn le aporta desde diferentes ópticas para atraparte durante hora y media en una historia que, al final, uno no quiere que termine.

 Comenzando con una tensa pero excelentemente orquestada primera escena, es ahí cuando conocemos las primeras (y tal vez únicas) pinceladas al personaje principal, Driver (nunca sabemos su nombre); es un hombre parco, de pocas pero significantes palabras: habla lo justo y necesario, y lo que no dice en palabras lo dice con miradas, profundas y potentes miradas. Sin quererlo comienza a enredarse en la vida de su vecina Irene, a compartir momentos con ella y su hijo Benicio; cuando el marido de irene, Standard salga de la cárcel y regrese a sus vidas, es ése momentos en que la espiral descontrolada de la película entra en efecto.

 El guión de Hossein Amini no es grandilocuente, no tiene escenarios estrambóticos ni nada por el estilo, sino que se basa en la sencillez y en la economía de parlamentos que posee cada personaje. Tras que no hay grandes diálogos, la historia se mueve gracias a sus interesantes personajes, que pueblan la historia logrando hacer mella en el espectador. Ryan Gosling se calzó la horma de Driver a la perfección y entrega la interpretación más lograda de la película: a través de sus expresiones y sus acciones transmite mucha más emotividad y violencia que si las hubiera expresado en palabras. Si algo tenía que hacer para consolidarse en la industria, creo que en Drive lo ha logrado con creces.

 En líneas generales, todo el elenco es brillante y sin desperdicio alguno: Carey Mulligan se pone en la piel de una mujer atribulada, Oscar Isaac es su esposo recién salido de la cárcel que tiene un mínimo pero fundamental papel, la hermosa Christina Hendricks aporta mucha sensualidad a la ecuación, Ron Pearlman cuelga el disfraz de Hellboy para interpretar a un matón elocuente, y después tenemos a dos grandes como lo son Bryan Cranston y Albert Brooks; Cranston sigue en la nubes con sus papeles excelentes, y Brooks se lleva las palmas como el villano de turno, un hombre al que nadie se le cruza en su camino. Lo mejor de todo es que es un villano no tan villano, hay algo en él que hace que el espectador genere empatía aunque sea un asesino. Sin lugar a dudas, una interpretacion para aplaudir.

 Drive no sería lo que es sin su Nicolas Winding Refn. El muchacho sabe como armar un rompecabezas fílmico, sabe como elegir bien los elementos con los que va a jugar, sabe como mantener al espectador comiéndose las uñas. Acá hay un visionario, hay cine de autor, y la característica más márcada que transmite en su película es que, a pesar de no identiciar bien el porqué, uno termina amando la película; ya sea por su historia sencilla elevada por interpretaciones magistrales y escenas perfectamente filmadas. Hay amor por lo que se hace, y claremente Winding Refn ama las película de los años '80, debe admirar la serie Miami Vice porque desde los mismos créditos destila la esencia de aquella icónica serie policial.
 Algo que no esperaba es que Drive sea tan brutal; me sorprendió sobremanera cuando los personajes empiezan a caer como moscas y todo es válido para asesinar: navajas, cuchillos, pistolas, escopetas, tenedores, incluso hasta los propios pies de uno. Sangre es lo que no le falta a la película.

 El puñetazo final lo da la hipnótica banda de sonido, compuesta en su mayoría por mi idolatrado Cliff Martinez, que en poco tiempo ha hecho un trabajo estupendo y me ha conquistado de una manera obscena, podría decir. Los temas que él no compuso también acompañan perfectamente a la narrativa de Drive, la complementa inusitadamente. No puedo dejar de dejarles el link para descargar esta sublime banda sonora que ya entra a lo mejor de este año, musicalmente hablando.
 Espero que este año la Academia no se olvide de Drive; con mucha suerte los encantará con ese je ne sais quoi que ha logrado encantar a cada uno de los que ven la película. Recomendadísima para aquellos que gusten del buen cine de autor y de una buena película con una trama e interpretaciones por encima de la media.


Calificación: A

viernes, 25 de noviembre de 2011

Cuarentena 2: La Terminal (Quarantine 2: Terminal)

Año: 2011
Género: Horror.
País: Estados Unidos.
Duración:86 minutos.
Dirección:John Pogue
Intérpretes: Mercedes Masöhn, Josh Cooke, Mattie Liptak, Noree Victoria, Ignacio Serricchio, Bre Blair.

Temprano esta misma noche, una extraña enfermedad fue liberada en un complejo de departamentos en Los Angeles... y nadie salió vivo. Aún así, algo ha escapado. Ahora, a bordo del Vuelo 318,  los primeros síntomas de esta enfermedad han comenzado a aparecer y mientras la infección comienza a expandirse, los inocentes pasajeros se transforman repentinamente en asesinos sedientos de sangre. Forzados a aterrizar en una terminal aislada, y rodeados de agentes gubernamentales armados, la tripulación y los pasajeros entran en pánico, y la única pregunta que se suscita es cúan lejos están dispuestos a llegar para sobrevivir..."

 En 2008, Sony estrenó en cines americanos Quarantine (leer reseña aquí), la versión americana del suceso español [REC] (leer reseña aquí) que generó una reovlución a nivel mundial pero que recién llegó a tierras americanas un año después de la remake; curiosamente, la película fue vapuleada por la crítica excepto en Estados Unidos, donde encontró su limitado público debido al hecho de que no tenían con qué compararla.
 Tres años después, Cuarentena 2 arriba directo a DVD; uno esperaría que sea un fiasco absoluto, pero en resmidas cuentas, es una más que competente secuela que hace maravillas con el acotado presupuesto con el que cuentan estas propuestas.

 Cuarentena 2 comienza, de alguna manera, arriba de un avión. En un pequeño tramo de la película se presentan a los personajes (víctimas) que pasearan por la película, hasta ahora, en su estado normal para luego convertirse en sádicos monstruos asesinos. Están las azafatas, los pilotos, el pasajero instransigente, el nenito de turno (parece el doble de Justien Bieber), el profesor correcto, la pareja de ancianos, etc. Todos los tópicos se encuentran representados, así que igualdad hay. En cierto momento está la clara alusión al incidente de la primera escena y, claro, luego las cosas se descontrolan.

Inesperadamente, el mismo virus que atacó los inquilinos del complejo de departamentos se ha colado en el avión, infectado a un pasajero y, una cosa lleva a la otra, y pronto todos los pasajeros del avión descienden, para encontrarse atrapados dentro de la terminal. Nadie les indica qué sucede ni qué pasará con ellos, pero lo cierto es que si intentan salir del complejo, mueren. Siguiendo los mismos patrones de la versión española y la americana, la tensión y el caos entre los supervivientes no tardará en suscitarse, habrá peleas, rencores y muerte cada cinco minutos, y el tiempo se acaba.

Siguiendo todos los parámetros utilizables previamente establecidos, poco a poco el grupo irá disminuyendo con cada ataque, hasta que al final queden los personajes más obvios; si bien la secuela [REC] 2 tomó un camino inesperado en cuanto a su historia, Cuarentena 2 se atiene a continuar su propia mitología presentada en la anterior entrega y sigue su propio camino, sin tomar en cuenta la secuela española, algo que es de buen ver. Por supuesto, al final todo queda picando para una hipotética tercera entrega.

 El director y guionista John Pogue (guionista de Ghost Ship, The Skulls y U.S Marshals) realizó un sólido trabajo con el presupuesto que le otorgaron, utilizando muy bien la enorme terminal en la que transcurre la película; cierto es que el valor de producción afecta bastante a la trama, y muchos la tildarán como un producto barato, pero Pogue se encargó de filmar situaciones bien claustrofóbicas (el primer ataque en el avión descendiendo, por ejemplo) y una evolución orgánica en la trama. Por el lado técnico, los infectados no lucen tan aterradores como antes, pero sus esporádicas apariciones son rápidas, violentas y brutales. No hay cuartel cuando aparecen corriendo de la nada, dispuestos a atacar.

Por otro lado, el elenco hace un buen trabajo si nos atenemos a los protagonistas: mientras que los secundarios tienen un desarrollo bastante pobre y una interpretación acorde, en el caso de la azafata Jenny (Mercedes Masöhn) y el profesor Henry (Josh Cooke) realizan tarea más que satisfactoria como los héroes de turno. Un punto también por la aparición de un personaje argentino en la trama (Ed, el trabajador de la terminal) que hace directa referencia al argentino entre los españoles en [REC]

Aunque se sienta un escalón por debajo de su precursora, Cuarentena 2 tiene buenos momentos y una buena trama que continúa la historia, suficientes elementos como para poder disfrutar tranquilos de esta secuela, sin prejuicios.


Calificación: B-

martes, 22 de noviembre de 2011

Amanecer: Parte I (The Twilight Saga: Breaking Dawn - Part I)

Año: 2011
Género: Drama romántico.
País: Estados Unidos.
Duración: 117 minutos.
Dirección: Bill Condon.
Intérpretes: Kristen Stewart, Robert Pattinson, Taylor Lautner, Kellan Lutz, Nikki Reed, Peter Facinelli, Elizabeth Reaser, Jackson Rathbone, Ashley Greene, Billy Burke, Mia Maestro, Maggie Grace.

 "La dicha matrimonial de la nueva pareja formada entre Bella Swan y Edward Cullen se ve truncada cuando una serie de traiciones e infortunios amenazan con destruir su mundo. Luego de la boda, Bella y Edward se trasladan a Río de Janeiro para su luna de miel y finalmente concretan su amor. Bella se descubre rápidamente embarazada y este hecho pondrá en movimiento una cadena de eventos peligrosos que enfrenta a los Cullen y sus aliados contra los Volturi, el temible consejo de vampiros, preparando el escenario para una batalla sin cuartel."

 No sé si muchos sabrán esto, porque me parece que ya lo he repetido varias veces durante el riguroso paso de leer los correspondientes libros de la saga literaria en conjunto con las películas correspondientes a la saga fílmica, pero en sus comienzos fui un ávido defensor tanto del primer libro como de la primera película de Twilight. Me pareció que el libro era de alguna manera diferente y muy bien apuntado a la nueva generación de lectores más interesados en tener un Ipod que otra cosa. La película captó la esencia del libro a la perfección, pero viendo el resultado de Amanecer, el (forzoso) penúltimo capítulo de la serie, me dan ganas de que realmente la serie no se hubiera convertido en serie nunca...

 Si bien odio hacer las comparaciones una vez más, Harry Potter and the Deathly Hallows fue separada en dos partes para cubrir apropiadamente muchos temas trascendentales que no entraban en dos horas y media de metraje; en el caso de Amanecer, en sus más de 800 páginas hay muy pocos temas que aporten peso a la trama, y más que nada se encuentran en la segunda parte del libro, por lo cual eso hace que Parte I sea un fragmento de la trama totalmente estirado hasta el extremo con las extensas escenas de la boda y la posterior luna de miel. En casi dos horas de duración poco y nada sucede en términos de acción y suspenso, si exceptuamos la sorpresa del malévolo embarazo de Bella y esos quince minutos finales en donde la trama cobra fuerza y tensión, tal vez demasiado tarde para atraer al espectador ajeno a la serie de libros.

 Por supuesto, los fanáticos estarán de parabienes ya que sus escenas favoritas están presentes en la pantalla grande; habiendo leído el libro me da pena volver a revivir las pésimas elecciones que hizo Stephenie Meyer para resolver alguno de los conflictos que se presentan en la película (el momento del macho Alfa es igual de paupérrimo que en el libro, un poquito mejor incluso me arreisgaría a decir) aunque por otro lado, la escena del parto, si bien no es tan brutal como en el libro, quedó muy bien plasmada en la pantalla y se puede considerar uno de los mejores momentos de toda la saga de películas.

 Melissa Rosemberg, la autora de todos los guiones de la saga, hizo lo que pudo con lo que tenía a mano pero los diálogos siguen quedando extraños, edulcorados al extremo, noños; en cierto momento funcionan, como la escena en la que varios personajes dan un pequeño discurso sobre los recién casados. Incluso hay un mensaje interesante sobre el aborto, pero toda consciencia moral se pierde en el medio...

 Siguiendo con la costumbre, el trío de protagonistas intenta sobrevivir al desafío de sus vidas intentando darles vida a Bella, Edward y Jacob: Kristen Stewart perdió toda la gracia boba que hacía de su Bella Swan en la Twilight original tan entretenida y no la salva su repertorio de caras similares durante la película, ajenas a cualquier cambio de expresión. Todo su trabajo es muy pobre, exceptuando la escena del parto, en donde le da rienda suelta a su animal interno. Robert Pattinson, más pálido que de costumbre (y sin brillar bajo el sol de Brasil, ¿qué sucedió ahí?) e igualmente hecho de madera, es sobrepasado actoralmente por Taylor Lautner que, aunque su actuación no es para alquilar balcones, suerte efecto dándole un poco de calidez a su personaje. Del resto, ¿hace falta decir que están por puro decorado a esta altura del partido?

 Y si hay algo que realmente no entiendo es cómo el presupuesto para esta entrega alcanzó los $110 millones de dólares cuando la calidad es la misma que la de las anteriores secuelas: no vi cambios radicales en la animación (los lobos siguen luciendo igual, el estado demacrado de Bella, aunque bueno, fue mayormente a base de maquillaje) y no hubo explosivas adiciones al elenco. Me sorprende que del presupuesto de Eclipse ($68 millones) hayan aumentado $42 millones (tan sólo en lo que se refiere a la Parte I) ¿Será que los secundarios pidieron aumento de caché?

Me apena mucho que un director de renombre como Bill Condon haya aceptado hacer las dos entregas, porque no hay un toque distintivo, no hay una chipa directorial, sino que Amanecer no se diferencia con ninguna de las secuelas en casi nada. Es como si Condon hubiera apretado el modo automático y se dedicara a filmar y cobrar el suculento cheque. Nada más.

Otro detalle que me picó también fue que, al menos en las dos primeras películas, había claros momentos en los que la música se acoplaba perfectamente a cierta escena del film y daban lo que yo llamo 'EL momento de la película': en Twilight, era el partido de baseball y en New Moon, era el escape de Victoria. En Amanecer, no sólo no hay momento musical apropiado, sino que la banda de sonido apenas coordina con las escenas; al menos Carter Burwell regresa para componer la banda sonora, porque sino estaban más que perdidos ya...

 Pensé que al dividir Amanecer quizás podrían subsanar el tedio generalizado del libro, pero no, han cimentado el nivel de aburrimiento en un nuevo nivel, un estándar bastante bajo para una serie que viene descendiendo en picada y terminará de estrellarse en Amanecer: Parte II. Los fanáticos de la historia de amor, estarán satisfechos; el resto, eviten a toda costa este tostón.


Calificación: C-

Terror en lo profundo (Shark Night 3D)

 También comocida como 'Tiburón 3D: La presa'

 Año:2011
Género: Horror.
País: Estados Unidos.
Duración: 91 minutos.
Dirección: David R. Ellis.
Intérpretes: Sara Paxton, Dustin Milligan, Chris Carmack, Katharine McPhee, Joel David Moore, Chris Zylka, Alyssa Diaz, Sinqua Walls, Donal Logue, Joshua Leonard.

    "Al llegar en bote a la cabaña familiar de su familia en una isla en Lousiana, Sara y sus amigos rápidamente se ponen sus trajes de baño para disfrutar de un fin de semana a pura diversión bajo el sol. Pero cuando el futbolista Malik sale del lago de agua salada con un brazo menos, el ánimo festivo se acaba enseguida. Asumiendo que la herida ha sido causada por un extraño accidente mientras hacía wakeboarding, el grupo se percata de que tienen que transladar a Malik al hospital al otro lado del lago, y rápido.

 No todo es tan sencillo como parece, ya que al subirse todos a una pequeña lancha, los universitarios descubren que el lago está infestado con cientos de tiburones hambrientos. Mientras se enfrentan a una muerte violenta tras otra, Sara y los otros luchan desesperadamente por mantener alejados a los tiburones, a la vez que intentan conseguir ayuda y mantenerse vivos los suficiente para llegar a la seguridad de la tierra firme."


 En un intento que podría ser catalogado como 'manotazo de ahogado', una nueva película de terror con escualos fue lanzada al mercado y es hoy que tenemos Shark Night 3D (ni siquiera se molestaron en sacarle el 3D al título de la versión 2D) una versión totalmente neutralizada de la diversión acuática que nos proveyó Piranha en 2010, ya que la calificación PG-13 arruinó cualquier chance de que la película sobreviviera en el box office. Tiene sus momentos, pero no bastan para satisfacer la demanda que crea.

Como todas las películas del género, de primera mano conocemos al grupo de (des)afortunados que viajarán a la pequeña isla de la ricachona de turno, una isla rodeada por un lago de agua salada. El atleta negro que depende de una beca para seguir estudiando, el friki que juega a los videojuegos, la novia del atleta, la casi zorra del grupo, la heroína bonita, el estudioso (bah, nos hacen pasar por estudioso al ponernos a un pibe lindo con gafas) y el modelito masculino sin cerebro, todos son de la partida que próximamente será carnada de los tiburones con hambre de carne joven.

 El guión de los novatos Will Hayes y Jesse Studenberg encuentra un par de vueltas para mantener a este grupo dentro del agua, tiene buenas excusas, y hasta el motivo de porqué hay tiburones en el lago es bastante competente para satisface al que no espere nada de la película; si ven el trailer la trama devela el porqué de los tiburones, pero la razón es bastante prometedora, en realidad. Lo que lastima terriblemente a la película es la promesa de ver sangre y muertes a manos de los bichejos del mar, y el resultado no podía ser más desalentador: cada vez que le toca morir a alguno de los jóvenes, sólo vemos como éstos son revoleados de aquí para allá sobre y bajo el agua y cómo la sangre se va distinguiendo en los alrededores, pero nada más.

 Por el apartado técnico, todas las variedades de tiburones que aparecen estan creados íntegramente por computadora, a excepción de uno que claramente no lo es. Que estén diseñados gracias al CGI no los hacen menos escalofriantes, pero hay algo que simplemente no cierra. Si las muertes hubieran sido más sangrientas, hubieran estado pasables, como el momento de la moto de agua o el de los pequeños tiburones atacando en manada.

El elenco tampoco de de maravillas que digamos: si exceptuamos a la siempre hermosa y solvente Sara Paxton, el pibón de Katharine McPhee y el nerd de Joel David Moore, poco nos queda después con los pobres estereotipos del deportista, su novia y el tonto-lindo de turno. Incluso los villanos dan risa, y están pobremente delineados: Chris Carmack, por más buen cuerpo que tengas, no funcionás. Y me da tristeza que Joshua Leonard, que tan bien estuvo en El proyecto Blair Witch, haga aguas miserablemente acá.

 A mi gusto, a David R. Ellis, que me sorprendió con la igualmente patética y divertida Snakes on a Plane, le hubiera servido darle ese toque de mal gusto, humor negro y despreocupación a Shark Night. La película es muy plana, muy básica, y prácticamente no se siente el espíritu clase B del director.

 Shark Night hubiera podido funcionar un poco mejor en taquilla de lo que hizo con una calificación R que con una PG-13, que anuló cualquier chance que tenía la película de resultar al menos pasable para los sabuesos del horror. Esperemos que Piranha 3DD devuelva el sangriento honor a las aguas el año que viene.


Calificación: C